Si Ud. pensó que los deudos sólo llevaban flores y acaso algunos gestos simbólicos para recordar a sus difuntos, pues se equivocó. Este año las costumbres arreciaron en el Cementerio General y lejos de ser una fiesta de recogimiento y reflexión como lo sugirió el Obispo de la Diócesis, desfilaron por las puertas del recinto desde innumerables caja de cerveza, ollas de comida, bandas de música y los infaltables mariachis. En esta nota vea en imágenes lo que pasó en el Cementerio de la beneficencia de Tacna.
No. No se trata de una playa del balneario local. Es el cementerio general de Tacna y esta mañana debido a la gran afluencia de público y con ellos sus diferentes tradiciones y formas de recordar a sus difuntos, fue abarrotada de innumerables expresiones de cariño, recuerdo y algarabía, aunque desde tempranas horas de hoy el Obispo Marco Antonio Cortez sugirió exactamente lo contrario.
La Presidente de la Beneficencia Pública de Tacna Rosa Morales sostuvo que pese a haber colocado anuncios al ingreso del cementerio prohibiendo el acceso de bebidas alcohólicas, así como de expresiones que rompan la tranquilidad de este espacio, la recomendación no fue acogida por personas que tienen otro tipo de costumbres oriundas en su mayoría de la sierra del país, en que los deudos ofrecen en las tumbas de sus muertos, cervezas, comida y hasta música y danzarines.
Y fue precisamente este panorama el que arreció esta mañana. Innumerables grupos familiares llevaban en hombros cajas de cerveza y grandes ollas de comida, iban acompañados de bandas de música y canastos de panes, que habitualmente también se ofrecen a los difuntos, debido a que la costumbre indica que sus almas salen del cielo para reencontrarse con sus deudos y compartir bebidas, o comida.
Es más, como si se tratara de una feria, en la puerta de ingreso comerciantes de sombrillas hacían su agosto y fueron ellos los que sin quererlo, tal vez, dibujaron un escenario parecido al de una playa en verano en el que los deudos se sentaban en el grass del cementerio y sacaban las botellas y comidas para departir “junto al muerto”.
Debido al gran desorden que se desató en este recinto, Rosa Morales anunció que las personas que ingresaban con bebidas alcohólicas, serían desalojadas por personal policial y de serenazgo, ya que dijo “es posible respetar y acoger costumbres oriundas de otras zonas pero las bebidas alcohólicas originan más desorden y hasta pueden provocar desgracias”.