Un llamado directo a los pobladores y peregrinos, que estuvieron presentes en la Misa de Vísperas por la Festividad del Señor de Locumba, a preocuparse no sólo de la contaminación ambiental que tiene en alerta al mundo, sino también de la contaminación espiritual que pone en peligro a la sociedad en que vivimos, hizo el Obispo de la Diócesis de Tacna y Moquegua, Monseñor Marco Antonio Cortez Lara.
Un llamado a la humanidad.
“Que pena que no haya ONGs, que no hayan asociaciones que puedan decir basta ya con la contaminación espiritual, basta ya de contaminar a los niños, basta ya de perjudicar a las personas inocentes, basta ya de ver a la mujer como carne, simplemente así, basta ya de no tener corazón para los ancianos y para los enfermos”, dijo Cortéz Lara.
También llamó a preocuparse por lo que pasará en 10 años o más con las personas a las que ahora son vistas simplemente como objetos de placer y que en muchos los lleva a atentar contra sí mismos por no encontrarle valor a la vida. Finalmente, cuestionó leyes como la del aborto, las que no son tomadas por interés por la gente porque sólo les parece fruto de la modernidad.
Monseñor Marco Antonio Cortez terminó la homilía de la Misa de Vísperas con un propósito con los presentes por comenzar a soñar con un mundo menos contaminado, con una sociedad más justa y ser mejores personas, que el Señor de Locumba nos abrace y que nos quite la “costra” de la indiferencia, del egoísmo. Culminada la misa se dio paso a la presentación de bailes por las compañías religiosas de Perú y Chile y la quema de castillos.