Con gesto de alivio recibieron los congresistas nacionalistas Fredy Otárola y Yaneth Cajahuanca, la decisión del Ejecutivo en plantear la derogatoria de los decretos legislativos 1090 y 1064, ambos rechazados por las comunidades amazónicas que reclaman su inconstitucionalidad.
Sin embargo Otárola consideró la decisión anunciada por el premier Yehude Simon, como tardía, ya que el enfrentamiento que causó la negativa del gobierno central en no eliminar estas normas, trajo un estado de convulsión en la selva que hasta el momento es difícil de apaciguar.
"Hubiese sido mejor que este pedido de derogatoria se realice antes de producido las muertes en Bagua. Quien tiene las manos manchadas de sangre tiene que renunciar, el premier del gabinete (Yehude Simon) y la ministra (Mercedes) Cabanillas…aquí hay responsabilidad política y tiene que investigarse hasta las ultimas consecuencias porque se trata de vidas humanas", afirmó Otárola.
Por su parte Yaneth Cajahuanca, consideró una victoria de los nativos el haber forzado al gobierno a dar marcha atrás. "Me siento feliz y contenta y quiero felicitar al pueblo peruano, cuando hoy el gobierno ha marcado la historia del Perú al decirle al gobierno que la patria no se vende y que sabemos defender nuestros derechos", señaló la legisladora nacionalista quien reveló la conformación de una "Comisión de la Verdad", a la cuál se le piensa encomendar las investigaciones sobre los hechos violentos sucedidos en Bagua durante las protestas.