Como se recuerda, el presidente de la República, Pedro Castillo Terrones, aceptó la renuncia del ministro del Interior, Avelino Guillén, y dio por concluida la designación del comandante general de la Policía Nacional, Javier Gallardo Mendoza. Para el abogado del Instituto de Defensa Legal, Carlos Rivera, tal anuncio de Castillo ahora «no sirve de nada».
Según el letrado, el presidente «a terminado apareciendo como cómplice de esta situación» y ello «Guillen lo ha dicho (…) el presidente no solo no me a atendido sino que pareciera que termina respaldando todo lo malo que Gallardo a venido haciendo y más aún siendo un asunto público».
Siendo así, recordó que «ya Gustavo Gorriti (periodista) hace dos semanas sacó un reportaje sobre los entretelones de la relación al interior del Ministerio del Interior y el Director de la PNP. El propio jefe de estado mayor, número 2 de la Policía ya hizo denuncias públicas», pero nada perturbaba al presidente, «el presidente estaba evadiendo a Avelino Guillén y eso es inaceptable», destacó.
Además, «Avelino Guillén hace más de dos semanas le había propuesto al presidente de la República y le había presentado la resolución de destitución de baja del señor Gallardo y la respuesta del presidente habría sido déjame evaluarlo» entonces «no resulta una casualidad que en esas dos semanas que Guillén esta esperando la respuesta del presidente de repente venga un pedido de interpelación contra el ministro del Interior», expresó.
Entonces ante tal panorama, «el elemento que termina de perturbar y malograr todo esto es la actitud del presidente de la República. Si el presidente de la República hubiese advertido con atención lo que Guillen le ponía sobre la mesa en realidad hubiera resuelto este asunto en cinco minutos porque él tiene el poder y la autoridad para poder hacerlo y no lo quiso hacer».
Rivera comentó coincidir que esto es el punto de quiebre en la relación entre Castillo y Guillén quien «hace solo dos meses y medio llegó para salvarle las castañas del fuego al Gobierno tras el desastre que significó ese mes en el cargo del señor Barranzuela, Guillén le dio oxígeno y le dio una imagen que efectivamente se consolidaba el compromiso de la lucha contra la corrupción, pero eso fue flor de un día, porque de ahí en adelante el exministro Guillén ahora dice que nunca lo apoyaron».