La “Fiestas de las cruces” a diferencia de otros años en los cuales un centenar de participantes arribaban a la Catedral de Tacna, este 3 de mayo la bendición tiene como escenario principal la parroquia Señor de los Milagros en la jurisdicción del distrito de Pocollay.
El obispo de la Diócesis de Tacna y Moquegua, monseñor Marco Antonio Cortez Lara, quien acompañó parte del recorrido expresó que “no estamos para celebrar fiestas que puedan ofender la senilidad de tanta gente, sobre todo porque estas fiestas están marcadas por el dolor y sufrimiento”.
Y es que, “la pandemia nos ha golpeado muy fuerte y eso necesita tiempo y ciertamente la fe es un bálsamo para las heridas”. Siendo esta fiesta “más que una expresión popular es querer encontrarse con el consuelo del Señor” por ello dijo esperar que «los devotos entiendan que esta celebración tiene que ser de corte religioso» más no excusa para el descontrol.
Sobre últimos hechos de violencia en la ciudad como el joven que retuvo a su pareja y amenazó con martillo a seguridad ciudadana, y el hallazgo de dos cuerpos en el sector de Hospicio, la autoridad religiosa expresó que «son fenómenos psicológicos de personas enfermas que creo no hay que admitirlo en una sociedad».