El asalto a un taxista de la empresa Pavill dejó al descubierto que a metros del colegio Mariscal Cáceres -en la avenida Petit-Thouars funciona un «fumadero» a vista y paciencia de las autoridades. Enterado de la noticia difundida por Radio Uno, un poblador denunció que pese a ser un lugar conocido el «albergue de malvivir» la PNP ni la municipalidad ejecutan la intervención respectiva.
«Existen demasiado fumones y es de todos los días. A vista de la luz del día salen a vender droga y hay gente desconocida que no es de la zona, mayormente son extranjeros, y están durmiendo en todas las veredas como lagartos, y está el colegio Mariscal Cáceres. Mi preocupación es qué va a pasar más allá si las autoridades no están haciendo nada y la policía está a una cuadra», denunció un vecino.
Como es sabido, luego que el taxista William Tuyo Jaliri (38) fue acuchillado por 4 delincuentes. Sus compañeros lograron rastrear el celular que le fue robado llegando así hasta el fumadero ubicado en las avenidas Juan Velasco Alvarado con Petit-Thouars, límite entre los distritos Alto de la Alianza y Ciudad Nueva. Pero -según los conductores- policías se mostraron rehaceos a actuar pese a la flagrancia del hecho argumentando así que se requería una orden de allanamiento. El hecho motivó el llamado de vecinos e indignación de taxistas quienes se autoconvocaron a asamblea para las 4:00 p. m. en la plaza Leoncio Prado.
«No hay pronunciamiento de ninguna de las autoridades de Alto de la Alianza ni de Ciudad Nueva porque la preocupación es que los niños salen del colegio y se mezclan con toda esta gente que esta fumando (…) en las puertas de los vecinos, con sus cigarros, con sus pipas, con sus manzanas», agregó el denunciante.