La Comisión de Constitución del Congreso aprobó el 7 de junio, por una amplia mayoría, el dictamen de reforma constitucional que establece el retorno a la bicameralidad. Con ello se gestaría la vuelta de diputados y senadores.
Sobre el tema, el especialista en materia electoral refirió que «el problema del dictamen no es tanto por su contenido sino por la oportunidad de querer impulsar en este momento esta reforma tan importante».
Y es que, para reformar el Congreso a bicameral es necesario un cambio casi total de artículos en la Constitución a fin de precisar funciones del Legislativo, pero este Congreso no está facultado para tal tarea debido al desprestigio del cual goza junto al Ejecutivo.
«Nunca estuve a favor de proscribir la reelección ni de congresistas ni de alcaldes ni de gobernadores. La formula adecuada hubiera sido permitirles por lo menos una reelección», pero uno de los grandes problemas es el nivel de ilegitimidad que tiene este Congreso «que claramente han constituido con el Poder Ejecutivo, pese a que aparece como opositor, los une un desprestigio merced a sus propios malos desempeños».
Siendo que, «el momento político es que se vayan todos» mientras que la salida sería «una reforma constitucional incorporando medidas transitorias que permita una salida democrática a este entrampamiento en el que nos encontramos».
Mencionar que, los congresistas aprobaron el dictamen con 13 votos a favor 5 en contra y apenas 1 abstención. Ahora pasará al pleno del Congreso para ver si es aprobada también para su promulgación.
En la norma hay modificaciones a unos 50 artículos de la Constitución. Por ejemplo, se pasaría de 130 congresistas a tener un mínimo de 130 diputados y un total de 60 senadores por un período de cinco años, cuya elección se da mediante un proceso establecido por ley, además regresa la posibilidad de reelección.