Polonia intenta hoy sobreponerse a la tragedia aérea que ayer acabó con la vida del presidente del país centroeuropeo, Lech Kaczynski, y decenas de cargos políticos y militares. Miles de ciudadanos siguen acercándose a las puertas del Palacio presidencial, en el centro de Varsovia, para recordar y rezar por las 97 víctimas del accidente aéreo ocurrido en la ciudad rusa de Smolensk. Algunos han pasado la noche en vela a la espera del cuerpo del jefe de Estado, cuyo féretro ha llegado esta tarde al aeropuerto de Varsovia donde ha sido recibido con honores.
A las doce el mediodía se han guardado dos minutos de silencio en todo el país. Para mañana también se están preparando homenajes, aunque todavía no se sabe cuándo serán los funerales. Toda la semana ha sido declarada de luto nacional. Los cuerpos de las víctimas empezaron a llegar anoche a la morgue en Moscú, desde donde serán trasladados a Varsovia cuanto antes. Está previsto que los restos mortales de Lech Kaczynski lleguen a la capital polaca alrededor de las 14.00 (hora peninsular española). Los restos mortales del presidente polaco fueron despedidos conhonores militares en Smolensk en presencia del primer ministro de Rusia, Vladímir Putin.
La pasada noche, Jaroslaw Kaczynski, gemelo del presidente fallecido , reconoció los restos mortales de su hermano. Jaroslaw, ex primer ministro polaco, tenía previsto viajar también el sábado a Smolensk (Rusia), pero renunció a última hora debido al delicado estado de salud de su madre, según informó la edición digital del diario Rzeszpospolita.
Investigación marcha
Todo apunta a que el accidente se debió a un fallo del piloto, que aterrizó pese a las advertencias de la torre de control para que no lo hiciera por la densa niebla. Las autoridades rusas y polacas investigarán conjuntamente el contenido de las dos cajas negras del avión para esclarecer los hechos.
Expertos rusos y polacos han abierto hoy las dos cajas negras del Túpolev-154. Las dos cajas negras, una con grabaciones de las últimas conversaciones mantenidas entre los pilotos y la torre de control, y otra con los parámetros de vuelo, han sido trasladadas al alaboratorio del Comité de Aviación Interestatal. "En las pesquisas en el lugar del siniestro participan activamente once investigadores y fiscales polacos", aseguró Vladímir Markin, portavoz del comité de instrucción de la Fiscalía rusa, a la agencia oficial Itar-Tss. Las fiscalías generales de ambos países, que han incoado sendos procesos penales, han acordado cooperar estrechamente e intercambiarse información durante lo que dure la investigación.
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Futuro político
El accidente aéreo supone un duro golpe para la clase política polaca , especialmente el partido que apoyaba al presidente, el ultraconservador Ley y Justicia. Varios diputados de la formación viajaban en el avión Tupolev que se dirigía a conmemorar la matanza en 1940 de 22.000 soldados polacos por parte del Ejército soviético en el bloque de Katyn, a pocos kilómetros de Smolensk.
El hecho de que el accidente -calificado como "la mayor tragedia de Polonia desde la II Guerra Mundial" por su primer ministro, Donald Tusk- haya sucedido en este simbólico sitio supone un doble revés para un país que aún tiene muy presente el enorme sufrimiento que supuso la invasión alemana y la dictadura comunista. A la espera de que se celebren elecciones anticipadas, a más tardar a finales de junio, el presidente del Parlamento, Bronislaw Komorowski, ha sido nombrado presidente en funciones.
Los analistas consideran que la estabilidad política de Polonia está garantizada. La mayoría de los poderes recaen sobre el Gobierno del primer ministro Tusk, de la Plataforma Cívica (derecha liberal) y las competencias del presidente son bastante limitadas.
Cortesía: El País
