Para nadie es un secreto que el ritmo y la calidad del gasto público en proyectos de inversión ha sido deficitario si lo contrastamos con los grandes recursos que se han recibido en los últimos años por concepto de canon y regalías mineras, y las expectativas de los tacneños que ansían el desarrollo de sus pueblos.
En los últimos tres años, según reportó el Proyecto MIM, el departamento de Tacna ha recibido más de 2 mil millones de soles por canon y regalías. De este monto, el gobierno regional y las 27 municipalidades tacneñas han gastado mil 301 millones de soles para proyectos. La pregunta surge por sí sola ¿QUÉ SE HA HECHO CON TODO ESTE DINERO?
Según la coordinadora del MIM Tacna, Naliana Rojas, la inversión pública está siendo desviada hacia proyectos innecesarios para la población, y que no cubre el desarrollo social para los tacneños. "¿Se ha resuelto el tema del agua con los 2 mil millones?, no. ¿Se ha resuelto el tema que se quema la basura en la ciudad?, no. La población tiene que exigir un Plan de Desarrollo Concertado y hacer seguimiento de su ejecución.
CLICK AQUI PARA VER CUADRO DE TRANSFERENCIAS
El Gobierno Regional por ejemplo, ha recibido desde el 2007 hasta el año pasado, 479 millones de soles de los cuales invirtió 324 millones para proyectos. Ilabaya es el distrito más beneficiado por el canon minero en todo el departamento. Este ha recibido en los últimos tres años, 392 millones, de los cuales 144 millones fueron para proyectos.
Ahora veamos el caso de la Municipalidad Provincial de Tacna. Entre el 2007 al 2009, la comuna recibió 174 millones por canon y regalías. Hasta el año pasado, el municipio provincial ejecutó 153 millones en obras de inversión. Otro caso es el de Gregorio Albarracín que recibió 223 millones y ejecuto 220 millones en proyectos.
Las cifras que reporta el MIM demuestran que la región y los municipios han comenzado a gastar aceleradamente sus recursos, sin embargo una cosa es gastar mucho y otra muy diferente es gastarlo bien. La población no siente la inversión, la misma que se concentra en obras pequeñas y que no alcanzan a cubrir las necesidades básicas que deben ser la prioridad de los proyectos según el instructivo del Sistema Nacional de Inversión Pública (SNIP).