Exigiendo mayor atención a la reconstrucción de la infraestructura de sus respectivos centros educativas que sufrieron estragos producto del terremoto del pasado 15 de agosto y solicitando la inmediata instalación de aulas prefabricadas para la realización de las labores escolares, un importante número de maestros de la provincia de Chincha iniciaron una Marcha de Sacrificio a la capital de la República para hacer sentir su voz de protesta.
Así lo dio a conocer desde Chincha nuestra colega Cristina Villaverde, quien señaló que los profesores se encuentran indignados ante el pronunciamiento de las autoridades gubernamentales quienes manifiestan que esa provincia ya se normalizaron las labores educativas en un 70%, cosa que es completamente falsa, ya que las mismas no se han reiniciado debido a que las instalaciones de la mayoría de los planteles se encuentran inhabitables, presentándose en algunos casos el colapso total de la institución.
Dijo que uno de los casos más preocupantes se presenta en la institución educativa "Santa Ana", alma mater de la educación femenina y que alberga actualmente a más de 3 mil alumnas, local que tiene que demolerse en su totalidad por los daños sufridos producto del terremoto que en esta provincia llegó a 8 grados.
Es por ese motivo que los docentes frente al abandono del que son objeto hasta la fecha, tomaron la firme determinación de movilizarse primeramente por las principales arterias de la ciudad, además de tomar la carretera por horas; solicitando de este modo la atención del sector educación a fin que les remita 400 aulas prefabricadas que son las que requieren para retomar las clases.
Luego de efectuada la Marcha de Sacrificio a Lima, los maestros chinchanos realizarán un plantón frente a la sede del Ministerio de Educación , con el propósito de ser escuchados en su demanda y de ese modo no permitir que los niños y adolescentes pierdan el año escolar en la referida provincia.
De otro lado, la periodista de Chincha , manifestó que aún falta mayor apoyo para sus conciudadanos quienes en su mayoría han perdido sus viviendas, las mismas que se desplomaron con el fuerte movimiento telúrico, siendo la más dañada de las tres provincias iqueñas. La gente viene utilizando cartones para hacerse "casas eventuales", mientras que otro número importante vive bajo esteras; sumándose a ello la falta de letrinas , que es también otro problema que viene preocupando a los pobladores ante una inminente epidemia.
