El excongresista Richard Arce, expresó su parecer ante el informe de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CDIH) y las posibles omisiones que fueron usadas por la extrema derecha como argumento para quitar importancia a tal documento.
“Hubiera sido mucho más interesante el reconocimiento al informe, pero no puedes tapar el sol con un dedo, entonces hablar de excesos y evidentemente también reclamarle al CIDH que haga el contexto que era determinante” explicó.
Con respecto a las declaraciones de la presidenta Dina Boluarte y su equipo, señaló que en la respuesta “han soslayado el tema, se han ido por una tangente (…) ha faltado una capacidad de autocrítica”, y hubiese tenido mayor contundencia si tocaban el tema de la “Toma de Lima” o de “los instigadores que desataron el caos en el país”, tópicos que no fueron tomados en cuenta por la CIDH.
La parte de análisis de contexto fue utilizado por la ultraderecha como argumento para restarle importancia al informe, específicamente donde tocan el tema de modelo económico del país, “que ha generado cierta reticencia a la constituyente”.
Tan importante como esto es resaltar que “durante 17 meses el gobierno se dedicó a implementar una estrategia de lucha de clase para dividir al país,(…) se preparó un terreno, un escenario, y tan responsables son los instigadores, por eso mi oposición crítica abierta contra Ánibal Torres, por que era un ideólogo, incentivaba la confrontación entre peruanos.” exclamó.
El excongresista dijo que él es un hombre de izquierda, pero no es marxista, además recuerda que “Betsy Chávez pedía un muerto”, y por otro lado, “la extrema derecha terruqueaba”.
También hace referencia al financiamiento de las marchas, que según él en su mayoría fue por colaboración de las comunidades, “la minca”, sin embargo explicó que “hay economías informales que aprovecharon de esta coyuntura para poder tener la carretera libre”, ya que si había conflictos, la carreteras permanecerían sin control policial favoreciendo actividades ilícitas como el narcotráfico o la minería ilegal.
“El Perú está viviendo un contexto de polarización, donde los extremos están imponiendo agendas políticas y nos están arrastrando justamente a esta situación de confrontación”, enfatizó.
Resaltó el papel del sur, como “el bastión, la región contestataria, la que pone el dedo en la llaga”, asimismo explicó la importancia de “buscar nuestra esencia del país, la pluralidad del debate, lo que genere las políticas y lo que nos permita vivir como país”.
Expresó que “las fracturas sociales deben ser atendidas”, es más, hizo referencia a que Pedro Castillo utilizó esto para entrar al poder y saquear, tildándolo como “Pedro Castillo y los 40 ladrones”.
Ante la situación legal de Dina Boluarte, señaló que “cada uno de estos casos van a ser judicializados (…) y la responsabilidad política va a ser inmediata”, ya que no hubo una respuesta política en su momento.
Por último, expresó que más allá de las omisiones del informe, es fundamental la defensa irrestricta de los derechos humanos, recalcando que la comisión no sanciona pero sí exige justicia e indemnización por parte del Estado hacia las víctimas.