Renovación Popular presentó el 1 de junio un proyecto de ley para que el Estado peruano renuncie la Convención Americana de Derechos Humanos a la que se encuentra adscrita desde el 28 de julio de 1978 y por consiguiente, Perú ya no forme parte del Sistema Interamericano de los Derechos Humanos.
Para Miguel Jugo, de la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos (CNDDHH) este «es un viejo guion que se plantea cada cierto tiempo y en momentos que está en juego la democracia en el Perú” siendo este escenario en el que «Montoya y compañía lo que dicen es no hay que hacer caso a ningún equilibrio de poderes, no hay que defender la democracia, hay que comenzar a matar».
Así también indicó que debemos recordar que también «quien dijo que es una sonada terrorista es el congresista Cueto y asesores», refiriéndose así a las protestas contra el gobierno de Dina Boluarte y el Congreso que acabó en 60 muertes en su mayoría en Puno.
Sin embargo, refirió que ve “muy difícil” que esto prospere, “políticamente la Comisión y la Corte tienen un apoyo muy fuerte de Estados Unidos”, pero los radicales no lo entienden así, es más lo que quieren es un congreso sin controles, mencionó.
Jugo explicó que “hay una voluntad de impunidad muy grande” poniendo de ejemplo que los procesos administrativos han sido archivados pese a las pruebas que existen en relación a las manifestaciones de diciembre y febrero de este año.
Refirió que “el hecho de retirarse de la comisión no excluye a los estados de la posibilidad de sanción”, ya que países como EE.UU. tienen procesos pendientes a pesar que no forman parte del sistema internacional.