La presidenta de Argentina, Cristina Fernández, indicó que 2010 ha sido un año de "fuertes contrastes", ya que en lo relativo al país ha sido "excepcional", aunque en el ámbito personal reveló que ha sido "el peor año" de su vida, debido a la muerte de su marido y antecesor en el cargo, Néstor Kirchner.
En un discurso dirigido a la nación y vestida todavía de luto riguroso, la mandataria recordó a su esposo, asegurando que su muerte, ocurrida el pasado mes de octubre a causa de un infarto, ha marcado "sin lugar a dudas, el peor año" de su vida.
Con la voz entrecortada por la emoción, la dirigente aludió a los logros conseguidos por el ex presidente y solicitó a los argentinos, "incluso a los que no le querían", que brinden por su memoria en la despedida del 2010, en agradecimiento por los avances que consiguió para el país durante su mandato.
"Cuando todos levanten su copa, les pido que piensen mucho en Argentina, que piensen en todo lo que tenemos que seguir trabajando y haciendo para que esta Argentina siga creciendo, y en algún momentito, un segundo nada más, piensen también en él, porque él tuvo mucho que ver en este país que hoy tenemos todos", pidió Fernández.
Así, la presidenta indicó que Kirhcner "puso mucho de su vida personal" en el desempeño de sus funciones "porque dedicó su vida a las convicciones" y aseveró que seguirá su modelo de actuación en lo que le queda de legislatura.
"Me comprometo a redoblar el esfuerzo, a quitarle horas a mi descanso y a mi sueño como hacía él. El ejemplo de él, de su sacrificio y de su voluntad, es lo que me guía", señaló.
Al margen del balance personal, Fernández realizó otro general sobre la marcha del país en este año que expira.
"En lo institucional, fue un año excepcional para Argentina, que culmina sus 200 años de historia con el período de crecimiento económico y de inclusión social más importante de toda su historia", aseveró.
En este sentido, la mandataria destacó el elevado nivel de reservas existentes, que en este momento rondan los 5.000 millones de dólares (3.759 millones de euros), así como los avances realizados en materia de Derechos Humanos, con las últimas sentencias dictadas contra varios represores de la dictadura (1976-1983) y la continua recuperación de nietos por parte de las Abuelas de la Plaza de Mayo.
"Hemos vuelto a posicionar a nuestro país en términos internacionales como tal vez nunca lo estuvo en toda su historia. Un año que culmina además con lo que se vino reclamando durante décadas: Justicia, memoria y verdad para miles de argentinos. Como país, nos enorgullece ser un ejemplo en Derechos Humanos", sentenció, en declaraciones recogidas por la agencia Télam.
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