Tras haber transcurrido 24 años de la desaparición forzada del joven estudiante Walter Ángel Castillo Cisneros en Humanaga el pasado 13 de febrero de 1987, se ha procedido a acusar judicialmente al General de Brigada Jorge Sánchez Manrique en una audiencia en la que atestiguó el periodista Odilón Farfán Anaya.
Según reveló la abogada de la Asociación Pro derechos humanos, Gloria Cano, aunque el acusado se declaró libre de las imputaciones en su contra y manifestó la misma condición para todo su cuerpo militar, aceptó que sus subordinados mantenían el control de la zona de Ayacucho a través de operativos.
"Se ha comprobado que el vehículo donde fue interceptado el joven estudiante de agronomía, Walter Castillo, pertenecía al cuartel Los Cabitos. La víctima se encontraba en el frontis de la Agencia de Transporte Molina donde esperaba a sus amigos para jugar un partido de fútbol. Luego del 13 de febrero de 1987 no fue visto más. El General E.P. Sánchez Manrique arribó a Ayacucho con la intención de aminorar los abusos del Ejército Peruano, sin embargo los "rastrillajes" y las eliminaciones selectivas se intensificaron", mencionó.
Cano agregó que aunque no se ha logrado reconocer el cadáver de la víctima, se han hallado en el Cuartel Los Cabitos más de 120 cuerpos de personas, todos con signos de violencia y tortura. Algunos con las manos puestas en la nuca y los pies atados y otros cuerpos cremados e incinerados. Estas personas habrían sido interceptadas por fuerzas del orden quienes aprovechando el uso de la fuerza se vestían de civiles para interceptar a sus víctimas.