El residente de obra del Centro de Convenciones a cargo del Gobierno Regional de Tacna se negó acompañar el control concurrente realizado por Controlaría el jueves 29 de febrero, afirmó el gerente regional de Contraloría Tacna, Arturo Zea Manrique, indicando a la vez que tal negativa se dio «pese a que la fiscal le dijo de que estaba obligado a hacerlo; sin embargo él por asesoramiento de su abogado ha decidido no, no acompañarnos».
La diligencia en un inicio fue impedida por el Consorcio vía abogado, generando la presencia de los fiscales de prevención del delito, anticorrupción y de turno, además de personal de la Dircocor. A criterio de Zea Manrique «podría haberse consumado un delito que es usurpación de funciones». Y es que «el terreno es propiedad del Gobierno Regional; uno cuando construye su casa, por ejemplo al maestro de obra no le cede la propiedad ni la posesión, simplemente lo contrata para que edifique la casa, entonces no puede por ningún motivo legal impedir que la Contraloría haga su trabajo«, enfatizó.
«Lo que aducía supuestamente el Consorcio es que uno de los auditores tendría algún tipo de parcialidad y no había mayor sustento, simplemente eso», agregó.
La acción de control finalmente «se realizó con supervisor externo de obra», cuyo informe a cargo de la comisión auditora, según estimó el gerente Zea, demandaría dos semanas para su culminación. En tanto, adelantó a Radio Uno que hallaron en el lugar «máximo alrededor de cinco obreros o seis obreros que tal vez estaban haciendo limpieza (…) se ve que hay andamios pero no había nadie», dijo al mismo tiempo de precisar que esto fue puesto de conocimiento al supervisor y coordinador del proyecto que «en ese momento no supieron mucho que decir».
Refirió que la obra tendría 40% de avance físico, y que la ejecución financiera según le informó de manera verbal el coordinador de la obra, un 80%.
La comisión auditora hizo un trabajo previo de control generando 10 informes de control entre los cuales quedó en evidencia en el informe número 9 «que no estaba el personal clave inclusive uno de los ingenieros, creo era el ingeniero mecánico estaba en ese momento en la Universidad de Moquegua según se detalla en la marcación biométrica, que era un personal a tiempo completo«, aseveró.
Finalmente, señaló que la gestión regional de Luis Torres Robledo tiene «18 situaciones adversas pendiente por resolver» que colocan en riesgo la ejecución de la obra, pues «si no está el personal técnico clave, por ejemplo el ingeniero mecánico, entonces cómo los obreros pueden construir el asesor o las instalaciones eléctricas, entonces obviamente luego empiezan las fallas», sentenció.