Millones de fieles católicos de todos los rincones del mundo recuerdan hoy el sacrificio de Jesucristo en la Cruz y según el rito y tradición cristiana participan de sendas actividades conmemorativas en el marco de la llamada Semana Mayor de la Iglesia Católica: la Semana Santa.
Según la costumbre católica, estos ritos inician el domingo de Ramos en que los fieles recuerdan el ingreso de Jesús a Jerusalén como paso previo a su Pasión y posterior muerte. A partir de ese día la comunidad creyente es convocada para vivir inmensamente una semana de reflexión y oración, tal como lo viviera Jesús al lado de sus discípulos.
Ya para el jueves Santo, se conmemorara el rito de la institución eucarística, el ministerio sacerdotal y la simbólica entrega del cuerpo y sangre de Jesucristo en la última cena con sus discípulos. Esta fecha es celebrada en todo el mundo con un lavatorio de pies que los ministros hacen a su comunidad. En el Vaticano, el Papa lava los pies a sus sacerdotes tomando la misma enseñanza de Jesucristo: la humildad y el servicio.
En viernes santo la comunidad de fieles recuerda con dolor la partida de Jesús tras una cruenta muerte. Es un día de luto y reflexión en que se espera que los creyentes enmienden sus culpas y se arrepientan de sus pecados. Las escrituras señalan a las 15.00 horas como la hora en que Cristo murió y es ahí donde el mundo católico guarda un minuto de silencio por la muerte del Hijo de Dios.
Para la noche se alista el tradicional sermón de las 7 palabras de Jesús, cuya principal finalidad es lograr que los creyentes se identifiquen en cada palabra como enviada en forma personal a cada experiencia de vida.
Con estos ritos los fieles católicos están listos a esperar el Sábado de Gloria y felices rememorar la Resurrección de Cristo, sin cuyo evento la fe que profesa quedaría vana.