El anuncio del pueblo Aymara de radicalizar la huelga indefinida que llevan hace 19 días en contra de las concesiones mineras se cumplió ayer por la noche, cuando más de 17 mil manifestantes enardecidos junto a infiltrados destruyeron varios locales del Estado entre ellos el Ministerio Público, SUNAT, Gobernación, Contraloría y algunos bancos.
La violencia se desencadenó luego que la comisión de alto nivel que envió el Ejecutivo no solucionara las demandas de los pobladores de la zona Sur de Puno y solo pidieran 180 días de plazo para estudiar la petición y luego retornaron a Lima.
Esto causó un rotundo rechazo de los aymaras que junto a diversas organizaciones y sindicatos de la localidad, salieron a las calles donde se quemaron documentos de las instituciones del estado además de 3 vehículos, dos de ellos de propiedad del estado.