Parecía casi cantado el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca luego de ser blanco de un atentado, que según expertos, lo empoderaba. Pero el escenario dio un giro tras la renuncia de Joe Biden a la reeleción para la presidencia de Estados Unidos y su apoyo a la actual vicepresidenta, Kamala Harris, quien se espera que se convierta en la candidata demócrata de manera oficial en agosto, en Chicago.
Radio Uno conversó con el excanciller Miguel Ángel Rodríguez Mackay quien afirmó que «Kamala Harris no es la candidata con las enormes dotes para vencer a Donald Trump».
«Si ella lo estuviera, entonces ella hubiera sido la candidata natural desde siempre como ha pasado con otros candidatos que han sido vicepresidentes y luego se alzaron como candidatos a la presidencia o secretario de Estado, no ha habido nada de eso en Kamala Harris. Mira a Hillary Clinton, de secretaria de Estado saltó a ser candidata a la presidencia», agregó.
Para el también internacionalista «se esta inflando lógicamente por el sentir de la inmediatez a Kamala Harris, pero ella ayer en sus primeras palabras de discurso ha ido contra todo contra Donald Trump por misógino, por su animadversión a las mujeres, por sus actitudes desordenadas, que no es lo que quiere el estadounidense».
Según Rodríguez Mackay «en Estados Unidos quieren a una candidata estadista que pueda competir mirando los proyectos y las exigencias que supone la hegemonía de Estados Unidos». Así, recomendó no llevarse por la inmediatez de la nominación de Kamala Harris.
Y si bien «Donal Trump hubiera preferido que Joe Biden no renuncie, él seguirá achacando la incapacidad de un candidato que renuncia a serlo y que todavía sigue al frente del país como presidente», comentó como estrategia de Trump en contra de la candidatura demócrata.
De momento, según el medio DW ya han ingresando más de 81 millones de dólares (74,4 millones de euros) en donaciones para la campaña de Harris en las primeras 24 horas tras el anuncio de Biden.
Además de votantes, donantes y políticos, las empresas de EE. UU. y de todo el mundo también están haciendo balance de lo que podría significar este escenario, sopesando la incertidumbre que eso genera. La decisión de Biden de apartarse como candidato elimina parte de las dudas, pero no todas.
