La prevención del consumo de drogas, su interdicción y el impulso del desarrollo alternativo, son los tres ejes de la política general de lucha antinarcótica, afirmó hoy el presidente de la Comisión Nacional de Desarrollo y Vida sin Drogas (Devida), Ricardo Soberón.
Subrayó que no existe ningún doble discurso entre sus planteamientos, los retos que propone el gobierno, y lo que se hará en la estrategia de la lucha contra las drogas y el narcotráfico.
Soberón expuso ante la Comisión de Defensa del Congreso los Lineamientos Básicos hacia una Estrategia de Control de Drogas 2012-2016, que consta de tres puntos básicos a ejecutarse en el próximo quinquenio.
“Cuando integramos el concepto de desarrollo integral, sostenible y con inclusión social, ese es un elemento que sí nos diferencia respecto al pasado”, añadió.
Indicó que el primer eje es la prevención y rehabilitación de los consumidores de drogas y, para lograrlo, trabajará con el sector Salud para tener una mejor cobertura y controlar a las llamadas comunidades terapéuticas que brindan tratamiento a los adictos.
Con ese objetivo, se elaborará protocolos y mecanismos de control, además de promover estilos de vida saludable para los jóvenes y evitar así que consuman estupefacientes, y, sobretodo, impedir que los pacientes de las comunidades terapéuticas vean vulnerados sus derechos.
El jefe de Devida mencionó como segundo componente a la interdicción, lo cual implica afinar la legislación para combatir el lavado de activos e incrementar la judicialización de los casos sospechosos de blanqueamiento de dinero en diferentes actividades económicas.
Añadió que lograr ese objetivo implica invertir “cada céntimo para dañar al crimen organizado” en el lavado de activos, el control de precursores químicos, y el refuerzo del área de inteligencia policial.
También se aumentará cualitativamente la cantidad de droga incautada durante su gestión; pero de manera consistente y sostenible en el tiempo y en el territorio, y no de manera simbólica como se hizo hasta hace poco.
Como tercer punto, mencionó el impulso del desarrollo alternativo, de tal forma que la cooperación internacional retorne al Valle de los ríos Apurímac y Ene (VRAE) para replicar experiencias exitosas, como el cultivo de café y cacao.
Anunció que tomará los componentes fundamentales del modelo San Martín, el cual permitió el emprendimiento de los productores para llevarlo a otras cuencas.
“Un objetivo central de nuestra gestión es que vamos a consolidar el modelo San Martín, incluso al sur de Tocache, vamos a tratar de emponderar a las asociaciones para que hagan ese esfuerzo”, anotó.
Perú en la última década aplicó una política antidrogas centrada en el programa de erradicación compulsiva de los sembríos de hoja de coca, pero las nuevas hectáreas superan a los cultivos eliminados y el país figura ahora como uno de los mayores productores de cocaína en el mundo, según organismos internacionales.
Cortesía: Andina