Culminadas las clases matutinas del colegio Simón Bolívar, una quinceañera salía para dirigirse a su casa. Pero a medio camino, dos maleantes le cerraron el paso y la sujetaron a la fuerza. Sobreponiéndose a los golpes y a la amenaza del arma blanca, la menor logró gritar escandalosamente, logrando llamar la atención de los efectivos de serenazgo, que capturaron a uno de los delincuentes: José Ugarte Velásquez Mamani (20). El otro vándalo está desaparecido. Ambos serían vecinos de la escolar.
La humilde quinceañera estudia en el colegio Simón Bolívar de Ciudad Nueva. Cuando acabaron sus clases y caminó hacia su vivienda, dos miserables sujetos le cerraron el paso agarrándola a viva fuerza. Le taparon la boca e intentaron robar algunas pertenecías de la menor y, en el colmo del día, los sujetos la golpearon para intentar violarla. Trataron de arrastrarla hasta una vivienda que presuntamente sería de uno de los dos delincuentes.
Pero no contaron con fuerte reacción de la menor, que opuso tenaz resistencia. Por ello mismo los vándalos no consiguieron su objetivo de modo rápido. Demoraban, aunque continuaron golpeándola. Los vecinos que vieron la escena no se alarmaron porque contaron, luego, que los dos sujetos son vecinos de la menor.
Hasta que llegaron los efectivos del serenazgo de Ciudad Nueva, los que sospecharon intenciones oscuras en esos toqueteos indecentes que los dos sujetos realizaban a la menor, que empezaba a gritar estruendosamente.
Cuando los serenos acudían rápidamente, los maleantes corrieron por distintos lados. Los serenos lograron capturar a José Ugarte Velásquez Mamani (20), que parecía estar bajo efectos de droga.
Lo llevaron a la comisaría del distrito, donde el malhechor, como los delincuentes experimentados, dio un nombre falso a fin de entorpecer las diligencias policiales.
En la comisaría, la valerosa quinceañera habría contado que los sujetos la estaban manoseando y arrastrando hacia una vivienda que presuntamente sería de uno de los maleantes. Ello descarto la hipótesis que tenía como primer móvil del atraco un robo. No era un robo, era lo peor: un intento de violación.
Posteriormente, la menor fue llevada hasta el instituto de medicina legal, para someterse al examen del médico legista. Pero los golpes físicos sanan naturalmente. La escolar, valiente y firme, pudo detener el enfermizo ataque de estos miserables sujetos que intentaron arruinarle la vida con el episodio más humillante: una violación.
Se viene investigando por parte de la policía para detener al secuaz de José Ugarte Velásquez Mamani (20).