Entre sollozos y mucho dolor, una humilde madre de familia que se dedica a vender helados en forma ambulante denunció a través de RADIO UNO haber sido víctima del abuso de personal de serenazgo municipal provincial. No contentos con faltarle el respeto a la humilde mujer, los serenos se apropiaron de algunos de sus bienes.
Cristina Portillo
Eran cerca del medio día de hoy y la vendedora ambulante Cristina Portillo se quedó sentada en el pasaje Vigil para tomar un descanso antes de proseguir con su caminata para vender los helados que ofrece para mantener a sus hijos. Pero su tranquila tarde fue interrumpida por la abrupta recomendación de los serenos municipales, quienes le exigieron que se vaya de la zona.
Sin embargo cuando, la humilde madre se disponía a retirarse de la zona, los serenos continuaban increpando contra ella y amenazando con quitarle su carreta de helados si no salía “volando”. Fue en ese momento en que los malos efectivos de serenazgo intentaron arrancharle la sombrilla que llevaba en la carreta y al no conseguirlo se apropiaron de una bombilla que usa para llamar a sus clientes y el servidor de helados, bienes que se encontraban en su bolsa.
“Yo estaba sentadita en el Pasaje Vigil cuando ellos me dijeron que me tenía que ir del lugar pero yo no estaba vendiendo, solo estaba descansando. Entonces cuando ya me estaba yendo me dijeron que me tenía que salir volando y que si no lo hacía me iban a quitar la carreta de helados. Entonces me traté de ir rápido y trataron de arrancharme mi sombrilla pero como no salía, metieron su mano a mi bolso y me quitaron mi bombilla y mi servidor”, relató entre sollozos Cristina Portillo.
Para la humilde madre, este trato es indignante, ya que a pesar que los serenos cuiden las vías para que los ambulantes no se apoderen de las calles, no era la forma de tratarla ni mucho menos robarles sus cosas, que hasta el momento no le son devueltas y no son de su pertenencia.
