Una vela terminó desatando un voraz incendio que dejó con quemaduras de segundo grado a una anciana de 61 años de edad cuando ella dormía, a la una de la madrugada. Los serenos y vecinos pocollaínos acudieron para combatir al fuego.
La vela seguía prendida cuando era la una de la madrugada, mientras a pocos metros la sexagenaria Eulogia Cahuaya Ucedo (61) dormía plácidamente en su cuarto, en la vivienda 226 de los Ángeles (más abajo del grifo municipal pocollaíno). De pronto la lengüeta de fuego de la vela se salió de control, acrecentándose con el material inflamable a su paso.
Cuando Eulogia Cahuaya se habría dado cuenta del incendio por el humo y el calor que la amenazaban, se puso nerviosa, sin saber qué hacer con precisión. Para su suerte, afuera, los vecinos ya habían llamado a los miembros del Serenazgo Pocollaíno y se organizaron rápidamente, para combatir el fuego.
Mientras serenos y vecinos tiraban agua y tierra para atenuar el peligro del fuego, Eulogia Cahuaya fue alcanzada por el calor, sufriendo quemaduras de segundo grado.
Pero esta madrugada no sería tan aciaga con la anciana. Pese a que el velado y la cama ya se incineraban, al poco rato se logró vencer al incendio, por lo que se rescató a la damnificada, llevándola hasta el hospital regional Hipólito Unanue.
Tras el negro episodio de incendio en casa, la anciana viene recuperándose en el Área de Observación.