Crueldad animal. En avenida Collpa, un perrito fue encontrado amarrado con una soga en un basural, rodeado de desperdicios quemándose. La rápida y valerosa intervención de Carmen Flores, una trabajadora del grifo Primax, fue crucial para salvar la vida del can.
«Veo que están quemando basura y de repente escucho el ladrido de un perrito… el animalito ahí a la justas estaba ladrando como pidiendo auxilio», relató Carmen Flores a la vez de precisar que notó lo ocurrido al finalizar su turno laboral, mientras pasaba por el descampado utilizado como basural.
Al acercarse, descubrió al pobre animalito atado, con su pelaje parcialmente quemado y un ojo lastimado, dando la impresión de que «lo querían quemar ahí vivo». El perrito, un «chascosito» de color caramelo, blanco y crema, estaba deshidratado, con su lengua afuera.
Inmediatamente, la vecina intentó contactar ayuda municipal. Llamó a Serenazgo de la Municipalidad Provincial de Tacna, pero la ayuda nunca llegó. «El auxilio es inmediato, no es esperarme ya mediodía, 12:30 y nada y no no llegó nunca», expresó con frustración pues además le habrían dicho que debía seguir un «conducto regular» porque «muchas veces Serenazgo auxilia a los perritos y lamentablemente ese programa no recibe a los animales, qué hacemos con los animales».
Ante la inacción de las entidades, decidió actuar por su cuenta. Un vecino solidario, «el señor Agustín», le ofreció ayuda y agua para el perrito, que bebió sediento. La siguiente dificultad fue encontrar un taxi dispuesto a llevar a un animal herido, pero finalmente accedió un conductor de la empresa de radiotaxi 114, conmovido por la situación.
«El animalito es un ser humano, solo le falta hablar… ¿Cómo dejarlo? ¿Con qué cabeza yo me iría sabiendo que lo he dejado ahí ladrando ese perrito y muriéndose en pleno sol afuera? No, no podría ni descansar ni dormir», expresó la mujer al mismo tiempo de advertir, que testigos le han informado que en la zona anoche habían unas personas dejando bultos que olían feo.
El perrito fue trasladado de urgencia a la Veterinaria City Can, un centro que, según apoya a los animales maltratados. En la clínica, el animal recibió atención inmediata, incluyendo la administración de suero y el corte de su pelaje para evaluar la extensión de sus heridas, especialmente en su ojo lastimado. La atención fue agradecida profundamente por Carmen Flores, ya que ella misma no cuenta con los recursos económicos para cubrir todos los gastos, pero la clínica se ha hecho cargo del caso. Ahora se requiere con urgencia un adoptante.