Alejandro Torres, gerente de la empresa de Radiotaxi Torval, ha decidido encadenarse a la puerta de ingreso de las oficinas de Movistar en la cuadra 3 de la avenida San Martín.
El motivo de la protesta es la falta de solución por parte de Movistar ante el corte o suspensión de su línea telefónica fija principal, el número 24 2122. Torres, en un acto que califica de desesperación, explicó que lleva sin servicio desde el día jueves y que, a pesar de tener todos sus recibos pagados y no registrar ninguna deuda, la empresa se niega a reconectarle el servicio.
Para el usuario, el problema va más allá de un inconveniente técnico, pues es la línea fija principal de la empresa, una troncal que tiene tres teléfonos adicionales que suenan con ese número principal. Torres destacó el grave perjuicio que esto genera «Sin llamadas no existimos». Sus clientes llaman y la empresa aparece como si no existiera.
Torres mencionó que tiene aproximadamente 200 hogares que dependen de nuestra empresa. Los conductores están esperando las llamadas para poder trabajar y llevar el sustento a sus casas. El propietario insistió en que este es un problema empresarial y social. La situación les ha creado una mala imagen como Torval, e incluso sus propios conductores creen que la empresa no ha pagado la línea telefónica.
La única acción necesaria para reponer el servicio sería, como él describe, «apretar un interruptor y conectarme». Sin embargo, los funcionarios de Movistar en Tacna no le han dado una solución. El gerente de Torval señaló que, en Tacna, Movistar no cuenta con personal que pueda atender específicamente a las empresas, limitándose a vender líneas y celulares. Por ello, las gestiones deben realizarse hasta Lima, solamente a través de WhatsApp y correos electrónicos.
A pesar de haber tramitado todo desde el jueves, solo ha recibido la promesa de «mañana, mañana, mañana». Torres explicó que si espera el proceso regular, podría estar «seguramente 8, 7, 10 días sin llamadas,» lo cual es insostenible para su negocio.
Alejandro Torres permanece encadenado junto a otros choferes y taxistas en la puerta de ingreso de las oficinas de Movistar. Ante la pregunta sobre su permanencia, fue enfático al decir: «voy a estar aquí hasta cuando me saquen a la fuerza». Su único requerimiento es que Repongan sus líneas. A pesar de su protesta, los funcionarios de Movistar le han indicado que tiene que seguir esperando.
