Más de 300 ciudadanos chilenos instalaron sus carpas para acampar en el consulado chileno de ese país en Tacna, a la espera de una comunicación oficial de autoridades chilenas que dispongan la apertura del control Chacalluta. Chilenos revelaron que aunque consulado se hace cargo de alimentación, ésta es insuficiente para la cantidad de ciudadanos albergados al interior. En Arica, otro grupo de ciudadanos peruanos permanece en el Estadio Carlos Dittborn y del Gimnasio Epicentro 1.
Chilenos instalaron carpas al interior de consulado aunque algunos aguardan con desesperación retorno a su país
Más 300 ciudadanos chilenos que quedaron imposibilitados de retornar a su país antes del cierre de la frontera de Chacalluta, permanecen a estas horas de la tarde albergados al interior del consulado chileno en Tacna, luego que se complicara la apertura de la frontera frente al hallazgo de más minas anti tanques y anti personales muy cerca al complejo fronterizo.
Muchos de los extranjeros albergados en este recinto se encontraban de paso en Tacna y planeaban retornar a su patria poco después del medio día. Otro grupo venía de vacaciones y habían planificado un largo viaje que culminaría en Tacna, para reingresar a sus centros de trabajo al acabarse el período vacacional.
Fue necesario que los chilenos encuentren un lugar y se organicen para que todos los espacios del consulado sean adecuadamente distribuidos entre los más de 100 turistas, quienes al llegar la noche se vieron obligados a armar sus carpas para pernoctar. En tato, otro grupo de peruanos permanece albergado en el Estadio Carlos Dittborn y del Gimnasio Epicentro 1.
El cónsul chileno en Tacna informó a las autoridades de su país que había sido dispuesto la entrega de alimentos, medicamentos y frazadas, además de la posibilidad de comunicarse con sus familiares vía telefónica y a través de internet, mediante el cual también podrán reprogramar sus pasajes aéreos y/o a través de buses.
El consulado también informó que ha gestionado con éxito que Migraciones de Tacna dé las facilidades necesarias para que los turistas a los que les venza su autorización de permanencia en el Perú puedan cruzar la frontera sin dificultad cuando sea el momento, es decir, sin cobrarle un dólar por cada día de exceso de permanencia excedido.
