El presidente de Bolivia criticó al país sudamericano por no atender el reclamo de una salida soberana al mar. En respuesta, el Gobierno de Sebastián Piñera reafirmó que no existen «asuntos limítrofes pendientes»
A 133 años de la pérdida de su litoral de 400 kilómetros y a más de un siglo de búsqueda infructuosa de una solución bilateral a ese conflicto, Bolivia decidió buscar «ante tribunales internacionales una solución a su demanda marítima que por justicia y derecho le asiste», señaló Evo Morales.
«En pleno siglo XXI, por la actitud de su gobierno, Chile no puede continuar siendo un mal vecino», se quejó el mandatario en la celebración del Día del Mar, en el que denunció, además, que «las fronteras chilenas siguen sembradas de minas».
Recordó que «Bolivia nació a la vida independiente con litoral, con acceso libre y soberano al océano Pacífico», el cual «le fue usurpado mediante una invasión chilena que desencadenó una guerra injusta nunca buscada» por su país.
Ante el malestar que generó en el Gobierno chileno la decisión de llevar ante tribunales internacionales el reclamo, Morales pidió que «no sea interpretada como un acto inamistoso sino como el uso de un mecanismo reconocido entre los Estados para resolver sus diferencias de manera pacífica».
En mayo pasado, el ministro de Defensa chileno, Andrés Allamand, había advertido que su país «tiene Fuerzas Armadas prestigiadas, profesionales y preparadas, que están en condiciones de hacer respetar los tratados internacionales y de cautelar adecuadamente la soberanía y la integridad territorial».
En medio de ese clima, una oficina de intereses marítimos de Bolivia prepara, desde 2011, la estrategia jurídica que utilizará en el tribunal de La Haya por las pérdidas que le ocasiona su falta de costa. «Un país sin mar pierde cada año un 0,7% de su PIB, como lo establecen las Naciones Unidas», señaló Morales.
«No crea el Gobierno chileno que nos cansará con su actitud distraccionista y dilatoria», afirmó. «Estamos convencidos de que el sentimiento de justicia del pueblo boliviano es compartido por amplios sectores de la población chilena, como se ha demostrado en diversas circunstancias», agregó.
Bolivia y Chile llevaron adelante, desde 2006, una política de acercamiento con la discusión de una agenda de 13 puntos -que incluye el tema marítimo- durante la presidencia de Michelle Bachelet. El proceso fue interrumpido por su sucesor, Sebastián Piñera.
Más temprano, el canciller boliviano, David Choquehuanca, había dicho que las acciones diplomáticas que ejecutó Bolivia fueron permanentes para lograr alguna alternativa de solución en la centenaria demanda.
Cortesía: AFP