La madre de otra menor expulsada arbitrariamente de la I.E. Santa Ana, denunció a través de RADIO UNO que no sólo su menor fue expulsada sin haberse comprobado su responsabilidad en un presunto robo que jamás cometió, sino que a raíz de la abusiva medida disciplinaria sin investigación previa, se originó en la menor trastornos psicológicos a causa de la separación de sus amigas y por el trauma por el que tuvo que pasar al ser sindicada como ladrona.
Madre de otra menor expulsada denunció que nunca se comprobó hurto del que se acusa a su hija, porque la menor no cogió nada
Tal como se denunciara esta mañana a través de RADIO UNO, la menor expulsada el año pasado no fue la única en sufrir por las estrictas medidas disciplinarias de la I.E.P. Santa Ana. Esta tarde la madre de otra escolar de este plantel denunció que su hija también fue expulsada arbitrariamente luego de ser acusada de “hurto comprobado” en agravio de una enfermera del colegio y de una de sus compañeras.
Verónica Zapana, madre de la estudiante de 5° año de primaria, denunció que fue el 29 de marzo pasado que docentes de la institución la citaron de emergencia por una falta que había cometido su hija. Al llegar al plantel fue informada que su hija era acusada de abrir la cartera de la enfermera de su colegio y pretender robar sus pertenencias. Muy avergonzada la madre tuvo que aceptar la medida disciplinaria creyendo que su niña había sido culpable del delito que se le imputaba. Grande fue su sorpresa al conversar con su hija.
“Mi hija tiene apenas 10 años de edad, el día que me citaron encontré a mi hija con los ojos hinchados y estaba muy mal. Yo acepté las acusaciones contra mi hija porque creí que era cierto pero lo real es que mi niña narró que ella se sintió mal del estómago y la llevaron a enfermería para que la atiendan. Como la encargada no estaba, se sentó en la silla a esperarla y cuando la enfermera llegó acusó a mi hija de estas buscando sus cosas. Llamó a las profesoras y le dijeron a mi hija que si se negaba la iban a expulsar pero que si reconocía que lo había hecho solo la suspenderían. Imagínense el daño psicológico que causaron en mi hija que tiene 10 años y no comprendía por qué la acusaban. A mí me dijeron que se trataba de un hurto comprobado, pero lo cierto es que no se perdió nada”, indicó la indignada madre.
Aparte de este supuesto robo, la escolar fue acusada de haber cogido los plumones de una de sus compañeras, sin notar que ambas estudiantes tenían similares útiles. Esta acusación también degradó a la estudiante, quien negó la imputación que se le hacía. La madre no se quedó tranquila con la medida impuesta a su hija y concertó una cita con la directora para que s reconsidere la sanción de expulsión, pero lejos de responder con ánimo de diálogo, la religiosa se presentó con su abogado a reafirmar que la niña de 10 años estaba expulsada.
“Yo presenté una demanda ante Indecopi para que se revise el caso de mi hija porque cuando acudí a entrevistarme con la directora, ella se presentó con su abogado y me dijo que mi hija tenía problemas y que necesitaba tratamiento por todo lo que había hecho, pero lo cierto es que no hizo nada. He intentado poner a mi hija en otro colegio pero no se acostumbra y el psicólogo Hernán Rojas Moscoso ha concluido que mi hija está sufriendo por la expulsión”, indicó la acongojada madre.