La publicación el viernes de las primeras fotografías del presidente venezolano Hugo Chávez desde su última operación en diciembre en Cuba suponen un alivio para sus seguidores, pero dejan sin respuesta la pregunta sobre si estará en condiciones de volver a Venezuela para gobernar, según expertos.
Chávez con sus hijas en La Habana en las fotos divulgadas el 15 de febrero (AFP, presidencia)
«Aunque las fotografías traen calma a una parte de los venezolanos, principalmente a los simpatizantes de Chávez, no son un elemento contundente que señale un escenario de recuperación del presidente y de que es capaz de retomar sus funciones», dijo a la AFP el sociólogo Ignacio Ávalos.
«Sigue la incertidumbre política», subrayó este catedrático de la Universidad Central de Venezuela.
El gobierno venezolano mostró el viernes en un mensaje televisivo cuatro fotos de un sonriente Chávez en la cama del hospital e informó de que el mandatario respira a través de una traqueotomía que le dificulta el habla de forma temporal.
En las imágenes, presentadas por el ministro de Ciencia y yerno de Chávez, Jorge Arreaza, el mandatario aparece acompañado de sus dos hijas mayores, Rosa Virginia y María Gabriela, con un ejemplar del diario oficial cubano Granma del jueves.
Las reacciones de sus seguidores no se hicieron esperar. En Twitter, la etiqueta #ChávezViveySonríe se mantuvo entre los temas más populares del día, y en las calles seguidores del mandatario mostraban copias de las imágenes.
«Las fotos lograron bajar los niveles de ansiedad, tras las matrices de opinión que han venido sacando la oposición y los medios, asegurando que Chávez está muerto o incapacitado», dijo a la AFP el analista político Farith Fraija.
«Además, son una forma de precisar que el presidente está tomando las acciones de gobierno, aunque se le dificulte un poco la comunicación», añadió Fraija.
Hasta ahora el gobierno no había mostrado ninguna imagen de Chávez desde su cuarta operación contra un cáncer el 11 de diciembre, a la vez que sostenía que sigue al mando del país, tomando decisiones y firmando decretos.
En una sociedad partida literalmente en dos como la venezolana, Ávalos señala que las imágenes fueron percibidas de forma «polarizada».
«Los chavistas dicen el presidente no está tan mal como se decía, y los opositores hablan de un montaje o destacan su incapacidad para hablar», dijo.
El líder opositor Henrique Capriles insistió el viernes en que el gobierno «miente» sobre la salud del mandatario, porque hace unos días aseguraba que podía hablar y «ahora dicen que no puede».
Arreaza detalló que el mandatario «tiene dificultad para comunicarse verbalmente» aunque «comunica perfectamente sus decisiones» así sea de forma escrita.
A la vez, Arreaza advirtió de que se trata de «una recuperación lenta, un proceso que implica tratamiento muy duro que puede tener reacciones adversas».
A Chávez, le queda un «buen trecho» para recuperarse, indicó su yerno, sin aventurar una fecha de retorno del presidente, reelecto el pasado octubre para un nuevo periodo de seis años.
Ávalos destacó que acciones paralelas del gobierno despiertan suspicacia en parte de la sociedad venezolana.
«Por un lado, están las fotos de Chávez y la posibilidad de que regrese o no al mando y, por otro, se ve al vicepresidente (Nicolás) Maduro en lo que es más o menos una campaña electoral: inaugura obras, habla en televisión y eso apunta a una campaña de posicionamiento de alguien que no era tan visible», dijo.
Maduro fue designado por Chávez como su sucesor en caso de que quedara «inhabilitado» para gobernar y tuvieran que realizarse nuevas elecciones.
La decisión fue comunicada al país por el propio mandatario el 8 de diciembre, cuando anunció una recurrencia del cáncer que le fue detectado a mediados de 2011, dos días antes de partir a La Habana para su nueva operación.
Chávez no pudo asistir a su nueva toma de posesión el 10 de enero como estaba previsto, pero el Tribunal Supremo avaló que lo hiciera más adelante, cuando estuviera en condiciones, así como que su gobierno del mandato 2007-2012 siguiera en funciones.
El mandatario venezolano, que sufre un cáncer del que se desconoce su naturaleza y gravedad, cuenta con un permiso indefinido de la Asamblea Nacional, de mayoría oficialista, para permanecer en Cuba el tiempo necesario hasta que se recupere.
(AFP)