Increíble, lamentable y hasta sospechoso. Cinco delincuentes perpetraron un asalto en la céntrica librería Santa María, ubicada a tan solo una cuadra de la Región Policial. El saldo fue, dos heridos y 45 mil soles que se llevaron los hampones.
Hora y media después del asalto apareció la unidad especializada de la PNP y fiscalía de turno
No se explica cómo es que a una cuadra de la Región Policial, cinco delincuentes fuertemente armados hicieran de la suyas la noche de ayer en el interior de una de las librerías más grandes de la ciudad. Según las investigaciones preliminares, los malhechores, la mayoría con el rostro encubierto, llegaron a bordo de un vehículo y mientras uno se quedó cumpliendo la función de “campana” los demás ingresaron al local y redujeron a un total de 24 personas, entre trabajadores y clientes.
Tras la clásica amenaza de muerte, los delincuentes despojaron de sus pertenencias tanto a los clientes como a los trabajadores, entre ellos la propietaria de la librería a quien obligaron finalmente para que entregue el dinero producto de la venta del día, que ascendería a la suma de 45 mil nuevos soles. En ese interin los facinerosos agredieron al vigilante del local y a uno de los clientes.
Lo más lamentable e indignante fue que, luego de haber ocurrido el hecho, la policía especializada llegó después de una hora y media; y la fiscalía ni que decir, fue mucho después. Los heridos fueron auxiliados por los efectivos de Radiopatrullas hasta el hospital regional Hipólito Unanue, donde fueron identificados como Francisco Arocutipa Mamani (70) y Atilio Valdez Challanque (49), vigilante y cliente respectivamente.
La molestia y la impotencia de la propietaria del local, Dora Santa María Maldonado, no se hizo esperar por lo que solicito incluso la presencia del Coronel PNP Enrique Blanco Ridoutt, Jefe de la Dirtepol Tacna quien también mostró su malestar por la demora de los agentes de la Deincri.
Los clientes Rosa Sánchez Villegas, Héctor Risasola Flores y Fredy Cartagena Quenta también sufrieron el robo de sus pertenencias, tales como celulares y dinero en efectivo.
Según las primeras diligencias realizadas por la policía y la fiscalía, se ha lanzado la hipótesis de que se habría tratado de un soplo, y que la información sobre los movimientos de la propietaria habría salido del interior de la librería, por lo que la fiscalía comenzó con los interrogatorios a todos los trabajadores de la librería.