No se calló nada. Manuel Rodríguez Zeballos, Presidente de la Benemérita Sociedad de Artesanos y Auxilios Mutuos El Porvenir de Tacna habló fuerte y claro en discurso por el 133º aniversario de la batalla del Campo de la Alianza.
Foto: Manuel Rodríguez Zeballos, Presidente de la Benemérita Sociedad de Artesanos y Auxilios Mutuos El Porvenir de Tacna
Rodríguez Zeballos lanzó duras críticas a las autoridades de Tacna y al mismo tiempo hizo una reflexión. Los congresistas no se salvaron de las críticas.
A continuación reproducimos el emotivo discurso del Presidente de la Benemérita Sociedad de Artesanos y Auxilios Mutuos El Porvenir de Tacna que estuvo acompañado, en todo momento de aplausos del público asistente.
“Es así como se inicia la historia más triste para los tacneños, los casi 50 años de cautiverio, pero preguntémonos, porque perdimos la guerra, la guerra es un hecho objetivo que su resultado bajo la lupa de análisis, explota cual granada de toda las direcciones, errores, impericias, defectos y corrupción con que actuaron los hombres, sus autores y la guerra del pacifico hubo de todo y para todos. La dirección interna que existía en el Perú, casi desde su nacimiento republicano, que originaba una falta de cohesión nacional, un manejo económico y financiero desastroso, un orden constitucional roto permanentemente, ese movimiento pendular en los gobiernos, entre civilistas y militares, autoridades y gobernantes que cada oportunidad que tenían para hacerse del poder, velaban por sus intereses personales y de grupo, divisiones y enconos.
La guerra la perdió el Perú si, la perdieron más de 50 años de convulsiones internas que habían dado al país un escepticismo profundo, respecto a la capacidad y a la sinceridad de sus mandatarios.
La perdieron más de 30 años de política financiera en que la nación se evito a vivir artificialmente, en lo público con lo privado de la riqueza gratuita e inmediatamente aprovechable del guano y del crédito.
La perdió el atraso, el desarrollo social y económico del país que no pudo en la hora de la prueba, rendir un esfuerzo capaz de salvarlo. La perdieron en su inconsistencia espiritual y la falta de fe en la nación y en sus hombres; imprevisión, desorganización, enconos, impericias y una fuerte dosis brillante pero estéril de egoísmo y esfuerzos.
Pero veamos que tenemos en la actualidad, no solo en el país, sino en nuestra propia Tacna; ¿la situación y comportamiento de las autoridades de aquellos tiempos ha cambiado? ¿Nuestras autoridades trabajan unidas de la mano por el progreso de Tacna? ¿Los peruanos estamos unidos en torno a un proyecto nacional? ¿Como país hemos aprendido algo de esta guerra? La respuesta es no, mil veces no. Hasta ahora no aprendemos, ni siquiera dentro de los mismos organismos de gobierno e instituciones locales. Pregunto, ¿Es posible avanzar por el desarrollo de Tacna, si en apenas 2 años de gobierno municipal y regional, la mayoría de ellas dedicadas a las acusaciones mutuas y pedidos de vacancias entre alcaldes y regidores, entre presidente regional y consejeros?
¿Es aceptable que los dineros, a duras penas recaudados se diluyan en juicios y demandas internas estériles e inútiles? ¿Es aceptable en un pueblo tan pequeño como el nuestro que no le interese al gobierno central, porque no aportamos un caudal de votos importantes? ¿Es aceptable que el alcalde y el presidente del gobierno regional no puedan sentarse a conversar sobre proyectos importantes para nuestro pueblo? Nuestro problema de minería, el hospital por ejemplo, el silencio de nuestros congresistas, respecto a los múltiples problemas que nos aquejan, el problema del ferrocarril Tacna – Arica, por la situación de abandono en que se encuentra junto con el Chinchorro. La falta de fuerza para exigir a quien corresponda la ejecución del reflotamiento de nuestro ferrocarril y la utilización correcta de nuestro Chinchorro.
Ese es el ejemplo de fraternidad, patriotismo, sacrificio y amor a la patria que heredaron de los miles de héroes que desinteresadamente ofrendaron su preciosa sangre en las arenas del campo de la alianza? ¿Esa es la ofrenda que brindamos a su sacrificio? Lo más grave, ese es el ejemplo que le dejamos a las futuras generaciones que ven estupefactos estos hechos.
Pero preguntémonos cada uno de nosotros, que hago yo por mi patria, que hago yo por mi Tacna, nosotros que somos el presente, que hacemos, esa es nuestra invocación, a quienes son autoridades y funcionarios públicos, dejen de lado hipocresías, dejen de lado intereses personales y de grupo para unirse como un solo puño y pónganse a trabajar unidos, con la seguridad que así el pueblo los apoyara totalmente, trabajar teniendo como único fin el bienestar y desarrollo de un pueblo que en su tiempo dio los mayores muestras de heroísmo, honor y patriotismo en defensa de esta sacrosanta tierra. Hagan con su acción positiva, que el sacrificio conjunto de peruanos y bolivianos, militares, civiles, hombres, mujeres, niños, campesinos, profesionales, todos unidos haya valido la pena, no ofendan con sus actitudes la memoria de nuestros antepasados”.