Continuando con su recorrido, el embajador Manuel Rodríguez Cuadros y la comitiva que lo escoltó durante toda la mañana, llegó hasta el centro poblado de Santa Rosa, ubicado frente al litoral tacneño, a un kilómetro del inicio de la línea fronteriza que divide Perú y Chile.
Allí pudo verificar las consecuencias de la inadecuada y poco clara delimitación marítima con nuestro vecino del sur, situación que genera grandes dificultades a los pescadores artesanales que al hacerse mar adentro son detenidos por patrulleras chilenas, siendo sus bienes requisados.
"Las autoridades competentes deben difundir las disposiciones del convenio de pesca que existe… si un pescador artesanal es intervenido por chilenos es improcedente que se le decomisen sus aparejos o que se les detenga", sentenció el ex canciller.
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Esto se debe –explicó- a que el acuerdo bilateral firmado en 1954 estipula que dentro de las 10 millas contiguas a la línea fronteriza no se pueden establecer sanciones ni multas, siendo las requisas denunciadas una violación al convenio que requiere una acción urgente de las autoridades comprometidas.
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Asimismo, sugirió que los representantes del pueblo democráticamente elegidos deben generar políticas públicas para mejorar las condiciones de vida, ya que se según lo apreciado durante su visita, los niveles de exclusión en la zona son álgidos.
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El diplomático peruano permaneció por varios minutos en el CP. Santa Rosa, compartió las inquietudes y quejas de los moradores, degustó de los frutos producidos en sus áreas agrícolas y condujo el izamiento del Pabellón Nacional.
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Bolicheras peruanas en faena de pesca |
Morro de Aricamuestra cercanía de litoral chileno |
Finalmente expresó "Lo que se ve en las infografías de las publicaciones y de los diarios aquí se ve frente a nuestros ojos".
