El Papa exhortó a los creyentes a renovar su entusiasmo por la fe.
Papa Francisco.
El papa Francisco dijo ayer que la «Iglesia está llena de cristianos derrotados», cristianos «convencidos a medias», con una «esperanza aguada». Y que para alcanzar «la fe que vence al mundo», los cristianos deben encomendarse a Dios.
En su predicación de la misa matutina celebrada ayer en la capilla de Santa Marta, de la cual radio Vaticano difundió algunos fragmentos, el Pontífice se concentró en la Primera Carta de San Juan en la que el apóstol habla sobre cuál es «la fe que todo lo puede».
Jorge Bergoglio consideró que «el termómetro de la vida de la Iglesia está un poco bajo» en «la capacidad de adorar a Dios».
Francisco, que también concentró su homilía en la expresión de San Juan «permanecer en Dios», explicó que la fe exige dos actitudes: «confesar y confiarnos».
«Sería bello [repetir que] la fe venció al mundo, porque tantas veces somos cristianos derrotados», dijo. «Pero la Iglesia está llena de cristianos derrotados que no creen en esto, que la fe es victoria, que no viven esta fe, porque si no se vive en esta fe, está la derrota y vence el mundo, el príncipe del mundo», añadió.
El Papa elogió la fe de personajes bíblicos como la hemorroísa, la cananea y el hombre ciego de nacimiento, que «como un granito de mostaza puede mover las montañas».
«Esta fe -afirmó- nos pide dos actitudes: confesar y confiarnos.»
«[Confesar la fe] exige creer no en parte o a medias, exige creer toda la fe, esta fe como ha llegado a nosotros, por el camino de la tradición: ¡toda la fe!», dijo el Pontífice.
En ese sentido, recordó que la fe cristiana se resume en la oración del credo. Y en su habitual tono coloquial, Francisco exhortó a rezar el credo «desde el corazón y no como papagayos».
«¿Y cómo puedo saber si confieso bien la fe? Hay una señal: quien confiesa bien la fe, y toda la fe, tiene la capacidad de adorar, adorar a Dios», sostuvo el Papa.
«Oso decir que el termómetro de la vida de la Iglesia está un poco bajo en esto (…) Hay poca capacidad de adorar, no tenemos tanta, algunos sí (…) Y esto es porque en la confesión de la fe no estamos convencidos o estamos convencidos a medias», subrayó.
Por ende, destacó a continuación el Papa, la primera actitud es confesar. «Confesar la fe y custodiarla. La otra actitud es confiarse», señaló.
«Así como la confesión de la fe nos lleva a la adoración y al elogio de Dios, el confiarse a Dios nos lleva a una actitud de esperanza. Hay tantos cristianos con una esperanza con demasiada agua, no fuerte: una esperanza débil. ¿Por qué? Porque no tienen la fuerza y el coraje de encomendarse al Señor», amplió.
«Pero si nosotros cristianos creemos confesando la fe, también custodiando la fe y confiándonos a Dios, al Señor, seremos cristianos vencedores. Y ésta es la victoria que venció al mundo, nuestra fe», completó Francisco.
(Ansa, EFE)