Si bien sólo se presentó uno de los tres testigos citados para la audiencia de hoy miércoles, lo manifestado por Gilberto Hume, quien fue el primer periodista que entrevistó al jefe operativo del destacamento "Colina", ha seguido complicando la situación del ex presidente Fujimori. "En todo momento hizo énfasis que no formaba parte de ningún grupo clandestino o secreto, sino de un destacamento regular del ejército, de una estructura militar, que sus acciones era parte de una guerra de baja intensidad y que como soldado solo cumplía órdenes", remarcó.
En la citada reunión que se habría producido en 1993, a Martin Rivas lo convencieron de aceptar el juicio militar y, además, le garantizaron sus indemnizaciones, y que la condena no sería muy larga, pues luego le darían amnistía. "Martin Rivas me dijo que se reunió con el general Hermoza Ríos y con el presidente Fujimori, quienes lo convencieron que acepte el juicio militar, que era la única manera de salvar la situación del ejército y luego le ofrecieron la amnistía", afirmó el hombre de prensa.
Hume también narró que Martin Rivas le dijo que sus relaciones con Vladimiro Montesinos eran muy tensas, que incluso armó un operativo para asesinarlo; e insinuó que el ex hombre fuerte del SIN habría sido el responsable de la muerte de la ex agente de inteligencia, Mariela Barreto. La entrevista de Hume Hurtado a Martin Rivas se produjo en mayo del 2001, cuando éste se encontraba en la clandestinidad, con la finalidad de dar a conocer sus puntos de vista sobre los hechos de Barrios Altos, La Cantuta y el asesinato de la agente de inteligencia Mariella Barreto. El periodista afirmó que fue una hermana de otro integrante de "Colina", el mayor Pichilingue, quien sirvió de intermediario para esta reunión.
TESTIMONIO RELEVANTE
Para el abogado de la parte civil, Carlos Rivera, el testimonio de Hume tiene mucha relevancia pues, a diferencia de lo que han manifestado los ex integrantes del grupo "Colina", esta entrevista se produce muchos años después de ocurridos los hechos y por iniciativa del propio Martin Rivas. Además da cuenta de manera ordenada y detallada de todos los eventos en los cuales participó, pero sobre todo de la participación de Fujimori en el ofrecimiento de un juicio militar y una amnistía que en efecto se produjeron.
Por su parte la doctora Gloria Cano, de APRODEH, destacó el hecho de que Martin Rivas haya reconocido ante el periodista Hume que Colina además de ser un destacamento regular del Ejército, sus acciones eran parte de una estrategia clandestina o de guerra de baja intensidad, tal como lo han dicho anteriores testigos.
En ese mismo sentido se pronunció también el fiscal supremo José Antonio Peláez Bardales, para quien lo dicho por Gilberto Hume tiene mucha validez y se suma a los otros testimonios, indicios y pruebas que se han venido aportando que llevan a la conclusión de que Fujimori si conoció la política de lucha clandestina o de guerra sucia. Agregó que todo ello, complica la situación de Fujimori, lo cual explicaría el nerviosismo de Fujimori, quien al término de la audiencia, negó que hubiera dado amnistiado a los integrantes de "Colina".
OBSERVADORES EXPRESAN PREOCUPACIÓN POR ESCASA DIFUSIÓN DEL JUICIO
Los observadores internacionales de la Federación Internacional de Derechos Humanos, FIDH, el colombiano Alirio Uribe y Antonio Doñate, de España, expresaron su preocupación por la ausencia del canal estatal en la difusión de las audiencias del juicio al ex presidente.
Esta situación atenta contra el derecho a la verdad que tiene toda la sociedad peruana, lo que debería constituir la garantía de que estos hechos no se repitan, dijo Alirio Uribe, a quien también le preocupa que hasta la fecha se desconozca el paradero de los restos de algunas víctimas, como es el caso de los estudiantes de La Cantuta.
Por su parte Antonio Doñate enfatizó que es responsabilidad del Estado hacer llegar el juicio al mayor número posible de ciudadanos, pues es la única forma que la sociedad peruana dé vuelta a la página a esta parte de su historia pero conociendo toda la verdad y sancionando a los responsables. Esta es la segunda misión de observación de la FIDH que constata que el juicio se realiza respetando las debidas garantías.