Hoy se dio lectura a los alegatos finales en el proceso iniciado por un taxista en contra de una banda de \»peperos\» que lo asaltaron en el año 2011. La sentencia se conocerá el jueves a las 3:00 pm.
Agraviado, Carlos Ayala León. (Foto: Archivo RADIO UNO)
La tarde de hoy en la sala de audiencias del Penal de Pocollay, se efectuó la lectura de alegatos finales en contra de cinco integrantes de la banda »Los Peperos». Dicha banda era integrada por 7 personas pero solo 5 fueron procedas debido a que los otros dos (Jacqueline Edith Apaza Calizaya y Lucio David Pilco Mamani) decidieron colaborar con el Ministerio Público.
En razón a ello hoy rindieron sus últimos alegatos Susan Liseth Llanque Llanque, Jéssica Rosmery Mamani Huayta, Rubén Ángel Apaza Copayi, Yossi Marino Ramos Salcedo y Henry Elvis Flores Quispe. Durante la audiencia sólo dos varones y una mujer habrían aceptado su participación en el delito de robo agravado y asociación ilícita para delinquir.
Al término de la diligencia, se conoció por el fiscal a cargo del caso, Hans Ríos Mostajo que la lectura de la sentencia fue programada para el jueves a las 3:00 P.M. Asimismo que está solicitando para las féminas 18 años de cárcel mientras que para los varones 25 años y una reparación civil de 20 mil nuevos soles.
Por su parte el agraviado, Carlos Ayala León manifestó su agradecimiento con el Ministerio Publico y el fiscal a cargo. Y es que tras varios años de lucha por fin alcanzará justicia en su caso.
»Felicito el trabajo del fiscal, primera vez que veo que alguien trabaje de esta manera», comentó.
CASO. El robo se conoció el 23 de mayo del 2011 cuando el taxista denunció el hecho indicando que el 13 de mayo de aquel año una mujer lo pepeo a través de un somnífero que colocó en una revista que esta le facilito cuando le hacia el servicio de taxi.
tras ser pepeado y abandonado , los delincuentes robaron el vehículo, siendo el 10 de agosto de ese año, cuando pudo recuperar parte del vehículo con la información que le dieron los ladrones, que lo llamaban insistentemente indicándole el lugar donde lo habían abandonado. “Estaba a la altura del Tablón el delincuente me llamaba desde el penal. Me decía que me iban a devolver el carro, incluso cuando llegamos parecía enterito pero cuando destapamos no había nada”, dijo aquella vez.