El presidente de Ecuador Rafael Correa fue enfático al afirmar que su homólogo colombiano Álvaro Uribe "no quiere la paz, quiere la guerra", tales declaraciones fueron recogidas en Lima por medios de comunicación nacionales e internacionales presentes en una nutrida conferencia para la prensa realizada esta mañana.
El mandatario se encuentra en Perú con la finalidad de exponer la posición de su gobierno ante la reciente incursión de las Fuerzas Armadas de Colombia a territorio ecuatoriano, en la que se aniquiló a un contingente de guerrilleros de las FARC.
"Aquí hay un hecho indefendible e irrefutable, se pisoteó el derecho internacional, la carta de la OEA y el elemental respeto que se debe tener con un país vecino y hermano… más tarde la víctima puede ser Perú, Brazil, Venezuela o cualquier otro país vecino", aquejó Correa.
"Por ello queremos hacer un llamado a cerrar filas no sobre Ecuador sino sobre el principio de derecho en una región de paz que siempre fue América Latina", agregó.
Por otro lado, el presidente norteño indicó que rompió relaciones por este hecho "intolerable", ya que el gobierno colombiano lejos de reconocer sus errores intenta lanzar una cortina de humo sobre la región intentando inculparlo como cómplice de las guerrillas.
"Antes del bombardeo hablaba casi todos los días con Uribe, él me decía que estaba agradecido con la colaboración, sólo el año pasado hemos desbaratado 47 campamentos de las FARC, cuando del 2000 al 2006 sólo se había logrado 13, hasta me había invitado el 30 de marzo a inaugurar una planta de biodiesel… si éramos cómplices de la FARC como guardaba relaciones estrechas con nosotros, esas mentiras nadie las puede creer", expresó.
Sin embargo, aclaró que tratará de solucionar las diferencias con Colombia a través de los medios pacíficos y que presentará la posición de su país ante el Foro de Río. Asimismo reiteró que con los bombardeos a su país tan sólo se han entorpecido los procesos de paz y el avance en las conversaciones para liberar a Ingrid Betancourt.
Correa arribó a Lima a las 09.40 horas y fue recibido en la Base Aérea por el jefe de protocolo peruano, Carlos Pareja, y el embajador de su país en Perú, Diego Ribadeneira. Posteriormente recibió honores militares y se dirigió a Palacio de Gobierno para reunirse con el presidente Alan García, el primero de los cinco jefes de Estado latinoamericanos que recibirá al líder ecuatoriano tras la grave crisis desatada en los últimos días.