ONU atendió a cerca de 63.000 desplazados.
(Foto: Internet)
Decenas de personas murieron hoy en la periferia de la ciudad de Gaza por intensos ataques israelíes, una ofensiva que ha costado la vida a más de 400 palestinos en el enclave, y obligado a miles a huir de sus casas.
El barrio de Shejaiya, en el este de la ciudad de Gaza (norte), fue duramente golpeado por la ofensiva israelí, donde una tregua humanitaria de dos horas entre Hamas y el ejército habreo fue frustrada tras media hora en vigor.
«Una vez más, Hamas rompe el alto el fuego. Este había sido negociado por el CICR (Comité Internacional de la Cruz Roja) para una pausa humanitaria. La Tsahal (el ejército) replica en consecuencia», anunció el portavoz del ejército israelí, Peter Nerner, en Twitter.
El objetivo de la tregua era la evacuación de los muertos y heridos de los últimos ataques israelíes. Según los servicios de emergencia, al menos 62 personas, éntre éstas un camarógrafo y un paramédico, perdieron la vida y más de 210 resultaron heridas en ese distrito cercano a la frontera con Israel.
Israel intensificó este domingo por la mañana sus ataques, pese a los esfuerzos diplomáticos para un alto el fuego.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, era esperado el domingo en la región y en Qatar estaba previsto un encuentro entre el presidente palestino, Mahmud Abas, y Jaled Mechaal, jefe en el exilio de Hamas, que controla la Franja.
Periodistas de la AFP vieron numerosos muertos y heridos tendidos en las calles de Shejaiya, mientras miles abandonaban descalzos y en pijama sus hogares.
Otros cuatro palestinos, miembros de una misma familia, perecieron en una casa en el campo de refugiados de Al Bureij (centro).
El conflicto, iniciado el 8 de julio para poner fin a los disparos de cohetes desde el territorio palestino contra Israel, es el más violento desde 2009.
Más de 400 personas murieron y más de 3.000 resultaron heridas de lado palestino, la inmensa mayoría civiles, según la ONU.
Cinco soldados israelíes murieron, la mayoría repeliendo el sábado un comando palestino que se había infiltrado en Israel a través de un túnel. La destrucción de estas infraestructuras subterráneas es una de las prioridades de Israel para evitar ataques contra su territorio.
El brazo armado de Hamas, las Brigadas Ezzedine al Qasam, reivindicó operaciones «tras las líneas enemigas», afirmando haber matado a once soldados.
Un total de 1.333 proyectiles impactaron contra Israel y otros 360 fueron interceptados, según el ejército, que también localizó 13 túneles.
Israel movilizó a 53.200 hombres – de los 65.000 reservistas autorizados por el gobierno – para atacar la Franja, un pequeño territorio de 362 km2 donde viven hacinados 1,8 millones de palestinos.
La ONU indicó estar atendiendo a cerca de 63.000 desplazados, un número «superior al del conflicto de 2008-2009», que dejó 1.400 palestinos muertos.
Durante una breve visita a Israel, el jefe de la diplomacia francesa, Laurent Fabius, denunció un «balance humano extremadamente elevado» e insistió en que la «prioridad absoluta» es lograr una tregua.
La nueva espiral de violencia se desencadenó tras el secuestro y asesinato de tres estudiantes israelíes en junio, atribuidos por Israel a Hamas, seguidos del asesinato de un joven palestino, quemado vivo en Jerusalén.