(Cortesía de Diario de Sevilla) El pasado fin de semana los fuertes vientos, de hasta 190 kilómetros por hora y rachas de 240, han provocado cuantiosos daños materiales y aldeas totalmente aisladas en las poblaciones del delta del río Irrawaddy, informaron los medios oficiales del régimen birmano.
De las cinco regiones donde se ha declarado el estado de emergencia, el área más afectada es la división de Ayeyawaddy, 220 kilómetros al suroeste de la antigua capital en Rangún.
Hasta al momento, los datos oficiales difundidos por los medios de comunicación del Estado son de casi 4.000 muertos y cerca de 3.000 desaparecidos.
La Junta militar birmana cuenta con un balance provisional de 10.000 muertos y 3.000 desaparecidos, según ha explicado hoy un diplomático tras una reunión sobre la situación con el ministro de Exteriores, Nyan Win.
"El mensaje básico fue que creen que el balance provisional es de unos 10.000 muertos y 3.000 desaparecidos", indicó en Bangkok el diplomático que estuvo presente en la reunión con el ministro birmano.
Otras 162 personas perdieron la vida en la isla de Haing Gyi, en el Océano Índico, donde los meteorólogos anunciaron que el ciclón generará olas gigantes de casi cuatro metros de altura.
Las autoridades y las organizaciones de ayuda humanitaria trabajan contrarreloj para llevar material de emergencia a las víctimas, aunque es prácticamente imposible acceder a zonas remotas y la mayoría de líneas telefónicas no funciona.