La tenista estadounidense se impuso en la final a la española, Garbiñe Muguruza, y se afianza en las más exigentes estadísticas con su sexto título en Wimbledon.
Serena Williams (izq.) y Garbiñe Muguruza (der.) luciendo los trofeos ganados en Wimbledon 2015.
Serena Williams se impuso a Garbiñe Muguruza por 2 a 0 (6-4) (6-4), en la final de singles del Gran Slam de Wimbledon.
Serena tuvo un comienzo incierto. El juego profundo de Muguruza la desestabilizó. Progresivamente fue posicionándose del dictamen del partido para ganar el primer set por 6 a 4, tras haber estado abajo en el marcador.
El set final, tuvo un desenlace inesperado. Cuando todo hacía presagiar que, Serena, ganaría categóricamente manteniendo el control del partido, Garbiñe, hasta en dos ocasiones levantó los puntos de set y game.
Serena Williams tuvo en Garbiñe Muguruza, una rival que le jugó de igual a igual en potencia y un juego profundo que le complicó.
Garbiñe Muguruza, dejó una sensación positiva que su crecimiento tenístico podría estar a la altura de las grandes ganadoras de los Gran Slam. Mientras que, Serena Williams, ratifica ser una de las mejores deportistas del orbe y que la historia del tenis reluce al registrar sus logros.