Humala sostuvo que el establecimiento del nuevo distrito es «irreversible», respondiendo a las palabras del secretario de Estado chileno, quien aseguró que dicha medida es una «entelequia jurídica».
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El Presidente Ollanta Humala, afirmó hoy que la creación del distrito La Yarada – Los Palos en la zona fronteriza con Chile es «irreversible», tras las declaraciones del ministro chileno de Defensa, José Antonio Gómez, quien consideró el acto de una «entelequia jurídica».
«Cualquier comentario de un país hermano lo vamos a canalizar por la Cancillería», aseguró Humala a la prensa.
El Mandatario señaló que no es necesario enviar una nota de protesta a Chile por las declaraciones del ministro, pues cualquier respuesta se dará a través de la Cancillería.
El ministro chileno, en una entrevista con diario El Mercurio publicada el pasado fin de semana, señaló que el territorio donde se creó el distrito peruano La Yarada-Los Palos es chileno.
«Como ya he dicho, una entelequia jurídica que se les ocurrió crear. Ese territorio es chileno», afirmó y agregó que «por lo tanto, no hay discusión sobre ese punto (…) Vamos a controlar que eso sea así», agregó.
El ex canciller peruano José García Belaunde resaltó hoy que si las declaraciones de Gómez fueron una iniciativa personal, «definitivamente» comprometen al Gobierno de Chile ya que él es un miembro del Poder Ejecutivo. «Primero, es un tono matonesco que hay que rechazar”.
En el fondo es absolutamente absurdo desconocer la facultad del Estado peruano de crear las entidades que considere pertinentes en la administración del territorio nacional, en ejercicio de soberanía», dijo García Belaunde.
TRIÁNGULO TERRESTRE
La Yarada – Los Palos se ubica en la zona denominada «triángulo terrestre», un territorio de unos 3,7 kilómetros cuadrados cuya soberanía reclaman ambos países y que está en entredicho desde que la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya emitió un veredicto sobre el diferendo de límites marítimos entre Chile y Perú, en enero de 2014.
El fallo, que es inapelable, fue aceptado por las partes, pero generaron distintas interpretaciones sobre ese territorio adyacente a la costa en la frontera.