El cronista tacneño demandó que los manuscritos sean valorados en su real dimensión y rechazó que la obra del «Historiador de la República» sea trasladada a otro ambiente que no sea el inmueble donde habitó en su infancia.
Cronista tacneño, Fredy Gambetta.
Frente a la visita de la Decana del Colegio de Bibliotecólogos del Perú, Mg. Lilian Maura Tejeda, quien llegó a Tacna preocupada por la situación de la colección bibliográfica del Dr. Jorge Basadre, el cronista tacneño Fredy Gambetta agradeció que se retome el tema pues sostuvo que los manuscritos no fueron valorados en su real dimensión y su ubicación dista mucho de ser apropiada para generar algún aporte a la humanidad.
«Tengo tanto dolor, me duele tanto este asunto que prefiero a veces dejar de hablar de ello, he sido el primer encargado del proyecto cultural en el gobierno de Julio Alva y convertimos la casa Basadre en una casa de cultura en el corazón de Tacna (…) tanto es así que no solamente se presentaban libros, recitales, habían muestras pictóricas, además hice una sala memorial de manera que la gente entraba y veía gráficamente la vida del doctor (Basadre)», mencionó.
«Los libros son una cosa, pero otra cosa mucho más valiosa son los documentos, está ahí la Historia de la República el original, escrito de puño y letra de Basadre, por eso es que costó lo que costo la biblioteca», subrayó Gambetta al tiempo de rechazar que la obra del «Historiador de la República» sea trasladada a otro ambiente que no sea el inmueble donde habitó en su infancia.
«Esos libros y documentos tienen y deben estar en la casa Basadre, en la casa de su dueño, de su propietario».
Gambetta culpó a las autoridades por no dar valor al material histórico y recordó que el Banco de la nación, que es el propietario de la Casa Basadre, ofreció un millón de soles para restaurarla pero el titular de la región de ese entonces, Tito Chocano se negó a recibirlos y eso «es una traición a Tacna».
Ante la posibilidad de que los manuscritos de Basadre no sean valorados y vuelvan a su casa, Fredy Gambetta sostiene que «mejor hubiera sido que la familia hubiera vendido estos documentos y estos libros a una universidad norteamericana como hizo Vargas Llosa».
