Luego de la votación de 55 senadores a favor del juicio político, no puede firmar ningún documento como presidenta del Brasil.
Internacionalista, Miguel Ángel Rodríguez Mackay
Luego de haber conocido la decisión del senado en Brasil con la aprobación de un juicio político contra la presidenta Dilma Rousseff lo que conllevaría al inicio de un proceso de suspensión al cargo, el Internacionalista, Miguel Ángel Rodríguez Mackay refirió que la mandataria brasilera se ha convertido en una presidenta suspendida lo que significa que sigue manteniendo el título como tal pero que no puede ejercer el cargo propiamente dicho.
“La presidenta Dilma Rousseff luego de la votación de 55 senadores a favor del juicio político, se acaba de convertir técnicamente en una presidenta suspendida que significa que sigue siendo presidenta pero no ejerce el cargo, no puede firmar ningún documento como presidenta del Brasil y tampoco pierde su calidad de presidenta en el palacio de la Alborada donde tiene su residencia que la mantendrá por los 180 días siguientes,” indicó Miguel Ángel Rodríguez Mackay.
Según refiere el especialista Rodríguez Mackay, el juicio político que deberá afrontar será presidido en el parlamento por el presidente del tribunal supremo federal del Brasil lo que conducirá a esclarecer el delito de responsabilidad fiscal que se le ha imputado con la espera de lo que acontezca en los siguientes 180 días.
“Vemos que el sistema jurídico en el país ha funcionado, pues la sala del tribunal supremo rechazó el último recurso de Dilma Rousseff, ella ya no puede hacer nada no hay posibilidad alguna para que pueda activar ningún mecanismo que la reincorpore a su calidad de presidenta hasta que culmine el proceso de investigación política que dará como resultado una votación final para decir si se la destituye o no del cargo de presidenta del Brasil,” mencionó el internacionalista.
En el escenario económico brasilero, según señala el Dr. Rodríguez Mackay, el actual conflicto político viene influyendo mucho, pues en su marco de acción en toda la región ya mismo se sentiría un impacto en el propio Mercosur y en todos los países que tiene un nivel de subordinación al gran poder de influencia de uno de los países más emergentes del mundo (Brasil).