Hoy se recuerda 96 años de la destrucción y clausura de dos importantes diarios tacneños: El Tacora y la Voz del Sur, símbolos del peruanismo durante la época del cautiverio ya que a través de su pluma dieron mil batallas para mantener viva la llama del patriotismo en esta zona sur del país.
La historia nos remonta a ese 18 de julio de 1911 cuando unos ochocientos trabajadores del ferrocarril de Arica a la Paz fueron enviados por las huestes chilenas para dar una manifestación nocturna. Estos sujetos bajo el amparo de la noche asaltaron y destruyeron durante más de 4 horas las imprentas donde se editaban los dos diarios peruanos pertenecientes a los hermanos José María y Federico Barreto y Andrés Freyre, situadas por la zona que comprende actualmente el pasaje Vigil y la avenida San Martín cumpliendo con lo anunciado en sus cartelones "No queremos más panfletos, Ni más Freyres ni Barretos", en alusión a los propietarios de los matutinos peruanos.
Igual suerte corrió aquella noche funesta para el periodismo nacional con el diario "El Morro de Arica" de propiedad de Gerardo Vargas Hurtado que funcionaba en el puerto ariqueño, sin dejar de mencionar que en esa ocasión también ingresaron al Club Unión de ambas ciudades en las cuales hicieron añicos el mobiliario y dañaron gravemente el local.
"La Voz del Sur" apareció en 1893 propiciado económicamente por Guillermo Billingurst y tuvo como primer director a Ernesto Zapata y luego a Modesto Molina. En 1898 asumió el mismo cargo José María Barreto en estrecha colaboración con su hermano Federico Barreto.
Bajo el comando de ambos hermano, "La Voz del Sur" tomó el estilo del diario decano de la capital (El Comercio) y sin menguar en su intenso fervor patriótico, trató de hacer un periodismo circunspecto . Constantemente, otros tacneños prominentes reforzaron con o sin firma a la Voz del Sur en su polémica cotidiana contra las autoridades chilenas quienes a través de su diario "El Pacífico" en el que colaboraron el propio intendente Máximo Lira y además personalidades como Antonio Subercasseaux, Abraham Konig, Anselmo Blanlot Holley, Emilio Rodríguez Mendoza, pretendían azuzar a las fuerzas vivas del patriotismo tacneño.
Por su parte , el connotado tacneño Andrés Freyre inició sus labores periodísticas editando en un primer momento "La Revista del Sur" que saliera a la luz en 1866, siendo clausurada por la intendencia chilena en 1880. En 1882 reaparece en escena con su diario al que denominó "El Tacora" cuya dirección la ejerció él en un primer momento y desde 1909 su hijo Roberto Freyre Arias.
Este diario consistía en una cartulina que cabía en el bolsillo y llevaba el almanaque del año en un lado y el Himno a Tacna de Modesto Molina en el otro. En su interior tenía una sección editorial, junto a informaciones alentadoras sobre reconstrucción y progreso del Perú en ese entonces, además de críticas implacables a las autoridades de la ocupación, hirientes y jocosas letrillas que no perdonaban ni al intendente, los jefes militares o a funcionarios judiciales o administrativos.
El 28 de noviembre de 1910, un grupo de asaltantes saquea la imprenta y la casa de la familia Freyre. La imprenta fue reconstruida parcialmente y siguió funcionando hasta su destrucción total el 18 de julio de 1911 al igual que "La Voz del Sur".
Desde ese día sólo circularía en Tacna, el diario chileno "El Pacífico" reforzado por periodistas de "El Mercurio" el más importante diario de Santiago.