(Cortesía CNR).- Con el sonido de cacerolas, silbatos, sirenas y bocinas, cientos de damnificados de la provincia de Pisco (Ica) recibieron esta madrugada el primer aniversario del devastador terremoto que redujo a escombros varias localidades del sur del país.
A la medianoche, decenas de mujeres, hombres, niños y ancianos se congregaron en la plaza de armas de esta ciudad, una de las más afectadas por el sismo de 7.9 grados en la escala de Ritcher que sacudió el Perú el 15 de agosto del 2007.
Los manifestantes coreaban consignas contra el alcalde provincial, Juan Mendoza, el Fondo para la Reconstrucción del Sur (FORSUR) y el presidente de la República, Alan García, a quienes responsabilizan por la lentitud en las tareas de recuperación de las zonas afectadas por la tragedia.
Esta simbólica protesta, desarrollada de manera absolutamente pacífica, fue supervisada por varios contingentes de la Policía Nacional, que arribaron en la víspera en sendos camiones portatropas. Finalmente, la población retornó a sus viviendas provisionales hacia las 01:25 horas.
Según pudo comprobar la Coordinadora Nacional de Radio (CNR), la mayoría damnificados son gente de escasos recursos y que originalmente habitaban casas de adobe -las cuales colapsaron por la intensidad del movimiento telúrico.
En tanto, aquellos que han recibido los bonos de seis mil nuevos soles entregados por el Gobierno central, denunciaron que los comercios de Ica elevaron exorbitantemente los precios de los artículos de construcción.