El pueblo de Ticaco, distrito perteneciente a Tarata, ve con preocupación el inicio de actividades mineras en su jurisdicción, pues definitivamente afectará al equilibrio ambiental de la zona, consumiendo o contaminando el agua que ellos utilizan para su principal cultivo: el orégano.
Noe Soto Pérez, burgomaestre de dicha jurisdicción, se opone a cualquier exploración o estudio de empresas mineras, como la recientemente autorizada Newmont, pues el 100% de los pobladores son agricultores y dependen, obviamente, de una buena calidad de agua.
En Ticaco, localidad ubicada a 3275 m.s.n.m. el recurso hídrico es el más limpio y puro de la cuenca, explicó Soto Pérez, y en los últimos años se ha establecido una cadena productiva del orégano, producto de exportación que ha generado más ingresos a los agricultores bajo la asociatividad.
Inclusive, en el presupuesto participativo de este año se ha proyectado hacer un lugar de almacenamiento, para limpiar el orégano y llevarlo al mercado, y así evitar a los intermediarios
Pero todos estos logros, que reivindican la magra condición social de los ticaqueños, pueden diluirse entre cianuro y mercurio, por lo que el pueblo liderado por su autoridad local luchará denodadamente contra la instalación de Newmont.
"La población está íntegramente en contra de cualquier empresa minera que venga a Ticaco. El presidente (Alan García) no conoce la realidad de nuestras zonas por eso ha emitido un decreto supremo de esta naturaleza… nos vamos a oponer a cualquier tipo de exploración", finalizó.