Funcionaria ha asegurado que «no se aferra al cargo».
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Por poco más de cuatro horas, la ministra de Educación, Marilú Martens, hizo uso de la palabra ante el pleno del Congreso para responder las 40 preguntas de la interpelación relacionada a la huelga docente, que duró más de dos meses en la mayoría de regiones del país, y a su gestión.
Posteriormente, el presidente del Congreso, Luis Galarreta, dio pase al inicio del debate con la intervención de los parlamentarios. Como se sabe, la interpelación fue promovida por la bancada de Fuerza Popular y apoyada por Frente Amplio, Acción Popular y el Apra.
Martens tomó la palabra desde las 10:02 a.m. para, antes de responder a la primera pregunta, realizar una introducción que —a poco de llegar al final— fue cortada por Luis Galarreta, titular del Parlamento.
Este recordó que a la ministra solo se le permitió una introducción y debía responder a la primera pregunta.
En su introducción, Martens hizo una autocrítica y reconoció:«Es cierto que esta huelga atípica nos tomó sin herramientas suficientes para poder afrontar con mayor celeridad el desafío».
Asimismo, indicó que a su sector le faltó vislumbrar que el magisterio no era el mismo y que atravesaba por un proceso de cambio interno. «Por ello, sobreestimamos la fuerza y representatividad del comité ejecutivo nacional del Sutep y no avizoramos el nuevo nivel de representación de diferentes dirigentes regionales y provinciales», señaló.
Sin embargo, dijo que el ministerio sí fue firme cuando la intención de la huelga dejó de ser el bienestar del docente y los pedido pretendían acabar con al meritocracia y, por lo tanto, ir en contra de una educación de calidad. “Aunque la planificación para la recuperación de clases avanza a paso firme y se recuperarán todas las clases perdidas en tiempo y calidad, todos hubiésemos querido que la huelga se solucionara antes”, manifestó también.
RESPUESTAS A PLIEGO INTERPELATORIO
Tras la introducción, Martens procedió a responder una a una las preguntas de los legisladores. En medio de su respuesta a la cuarta, aseguró si bien la huelga docente deja «lecciones muy duras», debe reconocerse que su sector no escatimó esfuerzos por sacar adelante el diálogo con los manifestantes incluso en circunstancias más difíciles.
«En cuanto a mi permanencia en el cargo, no me aferro a él. Yo no postulé a él y fui convocada por el señor presidente de la República. Y asumí dicho encargo con la firme convicción de desplegar toda mi dedicación y energía para lograr la mejora de la calidad educativa en beneficio del país», señaló. Como se sabe, congresistas de distintas bancadas han pedido su renuncia e incluso desde el bloque Nuevo Perú ya se habla de una eventual moción de censura.
La sesión fue suspendida a la 1:23 p.m. cuando Martens ya había respondido 32 preguntas. Posteriormente, se retomó a las 2:44 p.m. y a las 3:51 p.m. la ministra terminó su exposición.
En esa última parte, Martens mencionó que «las huelgas de este año han evidenciado la fragmentación y división del magisterio lo cual ha representado el principal inconveniente para el logro de una solución al conflicto existente».
Al respecto, indicó que incluso los congresistas que participaron como mediadores con los docentes reconocieron la complejidad de ese problema.
Finalmente, defendió que su sector no haya cedido ante demandas que pretendían afectar la evaluación docente. «Hubiera sido sencillo y cómodo renunciar a la meritocracia hipotecando el progreso de nuestros estudiantes, futuro del país […] Hemos transitado por este camino pedregoso, a veces poco popular, pero correcto», sentenció.