Consideró que el Papa Francisco en su visita a Madre de Dios pudo hablar del problema del medio ambiente de una manera clara, que caló muy hondo.
(Foto: Radio Uno)
El su visita a Madre de Dios, el Papa Francisco se dirigió a miles de personas que se concentraron en el coliseo cerrado de la región
Dios. Queridos hermanos, lo primero que me gustaría transmitirles —y lo quiero hacer con fuerza— es: ¡esta no es una tierra huérfana, es la tierra de la Madre! Y, si hay madre, hay hijos, hay familia, hay comunidad. Y donde hay madre, familia y comunidad, no podrán desaparecer los problemas, pero seguro que se encuentra la fuerza para enfrentarlos de una manera diferente.
Es doloroso constatar cómo hay algunos que quieren apagar esta certeza y volver a Madre de Dios una tierra anónima, sin hijos, una tierra infecunda. Un lugar fácil de comercializar y explotar. Por eso nos hace bien repetir en nuestras casas, comunidades, en lo hondo del corazón de cada uno: ¡Esta no es una tierra huérfana! ¡Tiene Madre! Esta buena noticia se va transmitiendo de generación en generación gracias al esfuerzo de tantos que comparten este regalo de sabernos hijos de Dios y nos ayuda a reconocer al otro como hermano.
En varias ocasiones me he referido a la cultura del descarte. Una cultura que no se conforma solamente con excluir, sino que avanzó silenciando, ignorando y desechando todo lo que no le sirve a sus intereses; pareciera que el consumismo alienante de algunos no logra dimensionar el sufrimiento asfixiante de otros. Es una cultura anónima, sin lazos, sin rostros. Una cultura sin madre que lo único que quiere es consumir. La tierra es tratada dentro de esta lógica. Los bosques, ríos y quebradas son usados, utilizados hasta el último recurso y luego dejados baldíos e inservibles. Las personas son también tratadas con esta lógica: son usadas hasta el cansancio y después dejadas como «inservibles».
El Ex Ministro de Energía y Minas y Decano del Colegio de Ingenieros del Perú, Carlos Herrera Descalzi, señaló que el Papa, logró puntualizar los temas centrales; los ambientales, y también la explotación que los seres humanos, “Si uno toma la esencia como yo la entiendo de lo que dice del problema, el tema nos toca a todos, porque la raíz del problema está en la conducta humana y es una conducta humana, dirigida por un modo de vida, por una economía y por una distribución del poder que no son válidos y que nos llevan a un desastre ecológico. Entonces no solamente es un llamado a las autoridades, o a aquellos que tienen el poder, sino a toda la humanidad en general, porque lo que dice es que nuestra conducta está destruyendo la casa común que es la obra de Dios, que no ha sido construido por el hombre, y el hombre está destruyendo lo hecho por Dios”.
Señaló que le sorprendió la forma clara con la que el Papa se dirigió sobre el tema porque de alguna forma distintas personas entendemos el tema y sabemos que lo que se dice es cierto, pero es difícil decirlo en una sociedad como la peruana, porque cuando una persona tiene una tendencia ambientalista, puede ser tomado como que tiene una tendencia política en otro sentido, en un sentido interesado, pero dicho por el Papa, el mensaje cala más hondo.