Los integrantes de la banda, oriundos de Roma, trasladaban motos tipo Jet Ski hasta Tacna para cargarlas con droga, pasarlas a Chile y enviarlas a Europa a través de una empresa de carga.
Cinco italianos fueron detenidos.
Los ciudadanos italianos Luca Quagliuolo y Doménico Ángelo Vorro, conducían una camioneta de patente chilena en la que transportaban dos motos acuáticas tipo Jet Ski en el pick up, siendo objeto de diligencias de revisión en el complejo fronterizo de Chacalluta a cargo de Aduanas Chile.
Luego que los fiscalizadores de Aduanas examinaran los vehículos acuáticos con el camión escáner y de abrir la estructura, descubrieron que dentro de ellas se transportaba una importante cantidad de una sustancia blanca-cristalina que correspondía a clorhidrato de cocaína.
En total las dos motos de agua incautadas con droga en Chacalluta contenían dentro de su estructura 103 kilos de clorhidrato de cocaína, droga avaluada en más de 4 mil 500 millones de pesos chilenos.
El kilo de clorhidrato de cocaína en Italia puede alcanzar un valor cercano de 40 mil euros.
Diligencias posteriores realizadas en el mismo complejo Chacalluta por funcionarios policiales permitieron detener a otros dos ciudadanos italianos identificados como Massimiliano Beltrami, quien se trasladaba en otra camioneta y acompañaba a los primeros dos imputados, y su pareja Paola Vorro (hermana de uno de los detenidos en el primer vehículo). Asimismo, horas después fue aprehendido en un hostal de Arica Nicholas Tassone, quien también integraba la organización extranjera.
A los cinco italianos detenidos se les incautaron además 2.160 euros, 710 soles peruanos, 15 teléfonos celulares, cuatro motos de agua (dos de ella en una bodega en Arica, las cuales no alcanzaron a llevar a Perú para cargarlas con droga) y dos camionetas con patente chilena.
Asimismo, en Santiago se detuvo al ciudadano chileno Alejandro Chamorro Martínez, quien de acuerdo a los diligencias, era el enlace de la organización en nuestro país y quien se encargaba de la logística proporcionando a los extranjeros medios como teléfonos celulares, entre otros.
MODUS OPERANDI
La forma de operar de esta estructura de narcotráfico internacional se inició en Roma, Italia, donde adquirieron las motos de agua para posteriormente llevarlas a Chile. Haciéndose pasar como turistas, arrendaron una camioneta en Santiago para trasladarlas hacia el norte de Chile y poder cruzar la frontera hacia Perú donde ocultaban la droga dentro del chasis de las Jet Ski. Logrado este objetivo, las transportaban nuevamente a Chile por los mismos pasos fronterizos y rutas hacia Santiago para posteriormente embarcarlas vía aérea hacia Italia.
Esta información permitió realizar coordinaciones entre el O.S.7 de Carabineros, la Fiscalía de Arica a través de su fiscal Carlos Espinoza, la Aduana Regional Metropolitana y la Policía Italiana, para realizar una operación de entrega controlada internacional de la droga incautada. Es por esto, que luego de realizar los controles aduaneros respectivos de reexportación en el Aeropuerto Internacional de Santiago, a sólo días del primer hallazgo y en total coordinación entre la policía y los funcionarios de Aduanas, viajaron al viejo continente agentes encubiertos del O.S.7 de Carabineros junto al Fiscal Espinoza, quienes monitorearon dicha diligencia internacional.