El candidato conservador, que ya ha anunciado que revisará el acuerdo con las FARC, aventajó en trece puntos porcentuales a su rival, Gustavo Petro.
(Foto: Internet)
El candidato conservador, Iván Duque, aventajaba anoche en trece puntos porcentuales a su rival, el izquierdista Gustavo Petro, cuando se habían escrutado ya el 97 por ciento de las mesas electorales, según los avances oficiales. Con esa amplísima ventaja, resulta prácticamente segura la victoria de Duque, que deberá ser confirmada al cierre del escrutinio.
En la mañana de ayer los colombianos se debatían entre cuál partido del Mundial perderse para ir a votar. A diferencia de otros años cuando el terror provenía de que los grupos armados atentaran contra las elecciones, ayer el temor era si los partidos de fútbol serían el gran obstáculo en la afluencia de electores, cosa que le daría de nuevo el triunfo a la abstención, que para segundas vueltas presidenciales en Colombia suele superar el 55%.
Pero el informe de mediodía indicaba todo lo contrario, como lo confirmó el Registrador Nacional, Juan Carlos Galindo. La afluencia de votantes era similar a la de la primera vuelta del pasado 27 de mayo, jornada que cerró con una participación histórica. De los poco más de 36 millones de colombianos habilitados para votar en 96.657 mesas, antes de las once de la mañana unos cinco millones ya habían marcado a su favorito entre tres opciones: Iván Duque, del partido de derecha Centro Democrático, Gustavo Petro, del movimiento de izquierda Colombia Humana, o el voto en blanco.
Como sucedió en la primera vuelta y es tradición en las elecciones presidenciales colombianas, el presidente Juan Manual Santos, figuras del Gobierno nacional y de Bogotá, así como expresidentes y líderes políticos madrugaron para votar. El presidente Santos, además de reiterar que estas elecciones han contado con todas las garantías y transcurren en completa tranquilidad -triunfo que el país le reconoce-, animó a los electores anotando que «hay tiempo de votar y ver los partidos», mensaje que las campañas reiteraron de diversas formas, recordando que los poco más de 36 millones de electores habilitados podrían acercarse a los puestos de votación hasta antes de las cuatro de la tarde.
El domingo fue un día raro para los televidentes. En las pantallas se confundían, al tener escenarios similares, los comentaristas de fútbol con los electorales. A primera vista, en el entretiempo de los partidos, lucían iguales: escenarios de fondo azul y una mesa donde aparecían unos señores de traje y corbata, muy formales. A primera vista, las imágenes eran confusas y todo muy similar hasta que se oía en el aire un acento argentino que ponía todo en su sitio y con ello, el fin de la confusión.
El más madrugador
También en las redes sociales el fútbol parecía calmar los ánimos de los hinchas de uno u otro candidato, que en las últimas semanas estuvieron especialmente intensos y agresivos contra todos aquellos que se pronunciara en contra de su «equipo» favorito. A las dos de la tarde las redes sociales fluían sin sobresalto, con las fotos de los candidatos acompañados por sus familias a votar, repitiendo esas instantáneas clásicas de día de elecciones.
El primero en hacerlo, hacia las 10 de la mañana, fue Iván Duque, quien llegó a su mesa de votación, al norte de Bogotá, acompañado por sus hijos. Luego, a las once, pero en un extremo opuesto de la ciudad, en el populoso sur, Gustavo Petro hacía lo propio, acompañado por su hija menor y su fórmula vicepresidencial, Ángela María Robledo, además de reconocidos seguidores. A esas horas, pero en un municipio a las afuera de la ciudad, Marta Lucía Ramírez también votaba e invitaba a todos a participar.
Temprano en Bogotá, que aporta el 15% de la votación y es una plaza clave para los candidatos, las filas estaban más integradas por mujeres, menos aficionadas al fútbol. Por el contrario, en Medellín, segunda ciudad en peso electoral, los informes fueron de una gran cantidad de electores llegando a las urnas tan pronto como abrieron, aprovechando el buen clima y el margen de tiempo antes del encuentro Costa Rica-Serbia. En el resto de la mañana, como también lo reportaron otras ciudades relevantes, como Barranquilla y Cali, el flujo de electores fue constante y sin aglomeraciones. El buen tiempo ayudó a la jornada.
El único punto neurálgico fue la Guajira, departamento al norte del país donde los seguidores del candidato Gustavo Petro y líderes de la campaña en la región tuvieron que ser escoltados por la fuerza pública tras una serie de amenazas de muerte recibidas la víspera. Hacia las dos de la tarde el proceso electoral avanzaba allí sin contratiempos.
Recuento rápido
Informes de total tranquilidad y buena participación también empezaban a llegar de otras partes del mundo donde los colombianos salieron a votar en cantidades similares a las del pasado 27 de mayo. La positiva respuesta era similar en el continente americano, donde las urnas aún permanecían abiertas.
Al mediodía, preparándose para la celebración y la derrota, los dos candidatos dejaron saber los lugares de la ciudad donde recibirían las noticias del recuento y el resultado, que se esperaba para las doce de la noche.
(ABC)