El aparato fue fabricado en Alemania en 1939 y se ha estrellado en una zona montañosa del cantón de los Grisones.
(Foto: Agencias)
Veinte personas han muerto este sábado, cuando el avión militar suizo de colección en el que viajaban se ha estrellado contra una montaña en el cantón suizo de los Grisones, situado en el este del país. «La policía tiene la triste certeza de que los 20 pasajeros han muerto», ha declarado una portavoz, Anita Senti, en una conferencia de prensa organizada en Flims, al pie del Piz Segnas, una montaña de 3.000 metros.
El avión, un trimotor Junkers JU52 construido en 1939 en Alemania, pertenecía a la compañía JU-Air, creada en 1982 por un grupo de amigos de la Fuerza Aérea, ha informado la agencia France Presse. En el momento del accidente, la aeronave tenía todas sus plazas ocupadas. A bordo del aparato viajaban 17 pasajeros y tres miembros de la tripulación: 11 hombres y nueve mujeres. Entre las víctimas hay una pareja austriaca y su hijo, ha informado la policía.
Los medios suizos han informado de que los pasajeros regresaban de un viaje turístico a Lorcano, una localidad situada en el cantón de Tesino, en el sur del país. Allí habían llegado el viernes por la mañana. Estaba previsto que aterrizaran poco antes de las 17.00 en el aeropuerto militar de Dübendorf, cerca de Zúrich, según ha publicado el diario suizo de habla alemana Blick.
El avión se ha estrellado contra la ladera occidental del pico Piz Segnas, a una altitud de 2.540 metros. Cinco helicópteros participan este sábado en las labores de rescate. «Ya no hay esperanza de encontrar a alguien con vida», ha afirmado Andreas Tobler, jefe de la policía de Grisones. La Fiscalía Federal ha abierto una investigación, en colaboración con el Servicio Suizo de Investigación de Seguridad, la Fiscalía de Grisones y la Policía Cantonal, para esclarecer las causas del siniestro.
Daniel Knech, del Servicio Suizo de Investigación de Seguridad, ha informado de que la tripulación no tuvo tiempo de enviar una señala de socorro y ha negado que el calor haya sido la causa de la catástrofe. Kurt Waldmeier, presidente de la empresa JU-Air, ha declarado a los medios que la aeronave no tenía ningún problema técnico y que había sido sometida a una inspección de mantenimiento en julio.
Un testigo que se encontraba en un refugio de montaña en el momento del accidente ha declarado al periódico 20 Minutes que «el avión dio un giro de 180 grados hacia el sur y cayó como una piedra cae al suelo». Este testigo ha agregado que los restos están diseminados en «una zona muy reducida», lo cual descartaría la hipótesis de una explosión. Este tipo de avión de colección carece de caja negra y, por lo tanto, la investigación deberá basarse en los testimonios recabados y en el análisis de los restos.
El Junkers JU-52 (apodado Tía Ju en alemán) era un avión de transporte fabricado por la firma alemana Junkers desde 1930 y hasta los años cincuenta. Fue utilizado por muchas compañías aéreas, así como por la aviación militar, para el transporte o como bombardero durante la Segunda Guerra Mundial. Durante la Guerra Civil española también fueron utilizados aparatos de este tipo.