Intentó asfixiarla, luego la asesinó usando una piedra para golpearla en la cabeza y finalmente quemó el cuerpo a espaldas de un colegio en Viñani.
Tras la muerte de su pareja, se fue a la ciudad de Arequipa llevándose a sus tres hijas. (Foto: Radio Uno)
El chofer José Roberto Chucuya Vilca fue capturado por la Policía Nacional del Perú en Arequipa. El sujeto es considerado el principal sospechoso del asesinato de su ex pareja, Epifania Percca Canazas, cuyo cráneo y parte de su columna vertebral fueron hallados carbonizados el 15 de junio en Tacna.
Justicia….. -.-
Nadie merece morir de esta forma tan cruel https://t.co/BhsP27KMs7— DIANA CHINO (@DIANA_CHINO) 18 de septiembre de 2018
Sin embargo, la PNP informó que este sujeto terminó confesando la tarde del lunes (24 de septiembre) el horrendo crimen. Intentó asfixiarla, luego la asesinó usando una piedra para golpearla en la cabeza y como se sabe restos carbonizados de la mujer fueron hallados a espaldas del centro educativo parroquial Santa Cruz de Viñani, distrito Gregorio Albarracín.
Tras la muerte de su pareja, él se fue a la ciudad de Arequipa llevándose a sus tres hijas. Además, se supo que, vendió un predio que pertenecía a la occisa ubicado en la asociación Jóvenes Unidos. En la ciudad blanca, realizaba labor de taxi abordo del auto de placa Z3G-195, éste carro fue también derivado a Tacna.
🚨 Capturan a sospechoso de asesinar y carbonizar a la madre de sus hijas
â–ºhttps://t.co/VajasIbtJA #Tacna #Arequipa @PoliciaPeru— radio uno (@radiouno_pe) 23 de septiembre de 2018
Las diligencias policiales revelaron que, mediante peritaje de luminol, en la casa donde habitaba Chucuya fueron halladas manchas de sangre y ahora se conoció que, en el carro que conducía en Arequipa, también fueron encontrados rastros de sangre en la cajuela por lo que se cree que ahí metió el cadáver para llevarlo al terral donde luego fuera hallado.
El caso está en manos del fiscal Víctor Álvarez Esquivia quien viene programando la reconstrucción de los hechos, aún queda pendiente fijar la hora exacta, teniendo en cuenta que se busca evitar que la diligencia quede frustrada por falta de garantías ante la presencia de familiares de la víctima que puedan buscar linchar al asesino confeso.